El medicamento cubano Policonasol o PPG, indicado para reducir el colesterol y tratar enfermedades coronarias aunque también usado como vigorizante sexual, será producido y comercializado en Japón, informaron este jueves medios cubanos.
El fármaco, un producto natural elaborado a partir de la cera de la caña de azúcar, será producido en Japón desde septiembre con materia prima de Cuba y se comercializará a través de Internet, precisó la agencia Prensa Latina, que cita la cuenta en Twitter de la embajada cubana en la nación asiática.
El Policosanol o PPG, elaborado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) de La Habana, cuenta con más de 25 años de registro e introducción en el mercado cubano y en más de 30 naciones del mundo, donde se comercializa.
Entre estos países se encuentran España, Australia, Corea del Sur, China, Serbia y Eslovaquia, aunque sus mayores consumidores son Cuba y Venezuela.
Según especialistas de los laboratorios cubanos Dalmer, el PPG es un medicamento natural “muy seguro” y “bien tolerado” por los pacientes que no provoca efectos colaterales nocivos, lo cual lo distingue de otros fármacos reductores del colesterol como las estatinas.
Además se le atribuye una acción “antiagregante plaquetaria” y antioxidante, es considerado un preventivo y un suplemento que mejora la calidad de vida en las personas de la tercera edad, etapa de la vida en la que se incrementan las dolencias crónicas no transmisibles como la hipertensión y la diabetes.
Poco después de la aparición del PPG a principios de la década de los noventa se le comenzó a reconocer cierta propiedad estimulante del vigor sexual, lo que lo hizo más popular y atractivo para los cubanos y también para algunos extranjeros que llegaban a la isla y querían comprobar su eficacia.
Los científicos creadores no descartaron la capacidad de estimulación del PPG para casos de disfunciones sexuales, pero han aclarado que únicamente actúan así para aquellas cuyo origen está en el paso de los años.
Incluso han advertido que esa propiedad fue descubierta casualmente al transferir las pruebas “in vitro” a las “en vivo” con animales, donde en la medida que se reportaban rebajas de la colesterina paralelamente observaron un aumento de la actividad sexual. EFE