La hiperinflación en Venezuela se comió hasta el bono de alimentación

La hiperinflación en Venezuela se comió hasta el bono de alimentación

El ticket de alimentación sólo alcanza para comprar dos productos / Foto REUTERS / Marco Bello

 

El ticket de alimentación que mensualmente reciben los venezolanos se quedó corto ante la hiperinflación y el alto costo de los víveres. El monto total del beneficio Bs 25 mil, apenas alcanza para adquirir 2 rubros.

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La hiperinflación ha llevado a los consumidores a utilizar el valor del cestaticket para comprar algunos artículos comestibles, en vista que el salario resulta insuficiente para cubrir la canasta alimentaria.

El presidente del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), Oscar Meza señaló que “el objetivo del beneficio desde que fue creado como un sistema de ticket de alimentación, es garantizar al trabajador una comida balanceada, que comiera bien una vez al día”.

Comentó que se creó un sistema de ticket de alimentación que era en papel y el presidente Hugo Chávez lo hizo obligatorio siempre manteniendo la idea de que no se otorgara en dinero para que no se salarizara.

Meza precisó que “el bono de alimentación es de Bs 25 mil. Un almuerzo en el mes de junio, según nuestros datos, costaba Bs 26 mil 500 un solo día y para una sola persona. En conclusión no se puede adquirir un almuerzo para un día a los costos del mes de junio”.

“Con Bs 25 mil ahorita solo pude comprar 2 latas de atún ahumado a Bs 15 mil cada uno, 30 mil me costaron, eso supera el ticket de alimentación y compré 2 panes, para un total de Bs 41 mil que gasté”, detalló el propio Meza.

Destacó que “el bono de alimentación obligatorio no cumple la función que fue establecida hace años. Es insuficiente. Con eso no se puede cubrir el costo de un almuerzo diario. Se pulverizó igual que el salario”.

Expresó que el venezolano debería disponer de por lo menos $350 para cubrir la canasta alimentaria, suponiendo que un almuerzo cueste Bs 30 mil, prácticamente se necesitan $65 para cubrir un almuerzo por ese monto.

Afirmó que “la lógica es que el salario mínimo debería permitir al trabajador poder pagar su comida, adquirir la canasta alimentaria y comer en la calle”.

Meza estimó que el valor del cestaticket debería actualizarse mínimo mensualmente, dado los niveles de hiperinflación. El problema es cómo se puede pagar, ni las empresas ni el Estado pueden cubrirlo en esta situación de colapso económico, según Meza.

En un recorrido por algunos supermercados de Caracas se constató el precio de alimentos que se pueden comprar con el valor del cestaticket, es decir, Bs 25 mil.

La margarina de 500 gramos cuesta Bs 22 mil 067, una botella de refresco de 2 litros 23 mil 379, un litro de aceite 23 mil 240, medio kilo de café Bs. 18 mil 350, por lo que sólo podría comprarse una botella de estos productos o un paquete de café con el cestaticket.

Una lata de sardinas en salsa vale Bs 11 mil 298,70, jamón endiablado Bs. 11 mil 269. El beneficio alcanza para comprar 2 unidades. Lo mismo sucede con un kilo de pasta. Vale Bs 13 mil 700, salsa de tomate aproximadamente 19 mil 499 bolívares, azúcar 12 mil, medio cartón de huevos 16 mil 500, pan de sandwich 12 mil 950.

Con información de 2001