El yate submarino es una realidad concebida por la empresa austríaca Migaloo Private Submersible Yachts. Se trata de un buque construido al gusto de sus propietarios con unas dimensiones que oscilan entre los 225 y los 283 metros de eslora.
El yate más caro de mundo
La empresa diseñó varias líneas de este tipo de embarcaciones siendo el Migaloo M7 su ejemplar más exclusivo y caro: tiene piscina al aire libre, jacuzzi, sala de cine, sala de juegos y helipuerto.
Promete máxima privacidad a sus ocupantes, por eso guarda a los propietarios 2.100 metros cuadrados para que estructuren su vivienda privada. Otros 1.000 metros cuadrados se distribuirán en zonas comunes y se reservará para los invitados 400 metros cuadrados que cumplirán con todos los requisitos que exige un camarote de lujo.
La compañía propone una arquitectura interior que incluye una bodega con zona de degustación de vinos, biblioteca, ascensor, varios bares y un “beach club”, pero tanto el diseño como la distribucuión de las estancias del submarino se adaptarán a las necesidades de su futuro propietario.
Se convierte en submarino
Hace años que los submarinos privados se convirtierion en el accesorio predilecto de los poderosos, basta pasear por los puertos más lujosos del Mediterráneo para comprobarlo: muchos yates los exponenen en su exterior para que los amantes del universo náutico tengan la posibilidad de contemplarlos.
Este tipo de buque, inspirado en las naves destructoras clase Zumwalt, tiene dos espaciosos hangares para guardar motos de agua, embarcaciones pequeñas, equipos de buceo, dos minisubmarinos y todo tipo de caprichos de recreo. El barco tarda pocos minutos en convertirse en un submarino de élite que no renuncia a ninguna de las comodidades de un yate de lujo.
Cada modelo está diseñado bajo los rigurosos estándares y la supervisión de la Armada de los Estados Unidos, que garantiza la máxima compresión y seguridad del buque cuando éste esté sumergido.
La velocidad del Migaloo M7 en la superficie alcanza los 40 nudos. Bajo el mar supera los 20 y es capaz de mantenerse a una profundidad de 300 m durante varias semanas.
Islas flotantes
Uno de los diseños más comentados de la empresa son las mansiones flotantes: megaembarcaciones de 117 m de eslora y 78 m de manga que se elevan a 80 m sobre el nivel del mar en cuyas diferentes plantas afloran palmeras vivas, se perfilan piscinas infinitas, jardines, cascadas y terrazas en donde disfrutar las delicias gourmet preparadas por los profesionales a bordo del navío.
Las islas flotantes de Migaloo incluyen salones de belleza, 2 “bech club”, gimnasio, puerto privado y club portuario, salón comedor submarino, estación de alimentación de tiburones, cine al aire libre, helipuerto y enormes hangares. A pesar de lo aparatoso de su estructura, este paraíso náutico es capaz de navegar a 9 nudos.
Por: Abc.es-summum