Cada figura tiene entre 500 y 800 piezas o billetes. Este se ha convertido en un modelo de negocio muy rentable que le permite subsistir en la frontera, publica RCN Noticias.
El salario básico de un venezolano son 40 mil bolívares, al cambio, serían unos 8 mil pesos colombianos, dinero que no es suficiente para sobrevivir cada mes. Por eso, quienes abandonaron el país y cruzaron la frontera encontraron en los billetes de baja denominación la forma de obtener ingresos económicos. Crean todo tipo de figuras que venden en los andenes de Cúcuta.
Jesús, fue una de esas personas no soportó la crisis y abandonó su país. En Venezuela vendía zapatos y cada bolívar que recibía le servía para mantenerse a flote y sobrevivir, ahora, desde Colombia, los billetes de baja denominación, que ya no tienen ningún valor, los usa para armar creativas figuras.
El hombre llegó a Colombia hace 2 años, para él, los 40 mil bolívares del salario mínimo, en Colombia no alcanzan sino para comprar dos kilos de arroz. Con lo que recibe haciendo las figuras logra hacer, en menos tiempo, hasta el triple de un sueldo básico venezolano.
Bolsos, armadillos, monederos, serpientes, cisnes, carros de diferentes tamaños y colores, son las figuras que adornan los andenes del centro de Cúcuta, que más allá de ser un arte son el reflejo de una economía que fracasó, pero que impulsa a un pueblo a usar la creatividad para salir adelante.