En alertas están las autoridades de Protección Civil de Anzoátegui, toda vez que las últimas precipitaciones han causado la crecida de varias quebradas y ríos en algunos municipios.
Por lapatilla.com
Así lo reseña eluniversal.com
El mandatario regional, Antonio Barreto Sira, exhortó a los jefes municipales a estar pendientes de las secuelas de las fuertes lluvias que están afectando al estado, aun cuando no han ocurrido grandes afectaciones en esta jurisdicción regional.
En el reciente caso del elevado caudal que se observó en la quebrada La Culebra de Guanta, zona norte de esta entidad, el director de Protección Civil, Ángel Ugas, mencionó que la situación no fue de emergencia, aunque hubo una fuerte corriente que arrastró todos los desechos sólidos desde el inicio de ese espacio hídrico en la cercanías del Salto de la Sirena.
El funcionario destacó que en la quebrada no se llegó a alcanzar la aplicación del nivel tres que se tienen para las emergencias y sostuvo que hubo normalidad, pues se procedió de inmediato a despejar la quebrada de la basura que arrasó durante la fuerte lluvia, aunque “los escombros que lanza la gente constantemente están siendo removidos para evitar inundaciones en todo el municipio”. Según Ugas no hubo afectaciones, ni casas inundadas y solamente se anegó el estacionamiento Santa Bárbara, donde el agua bajó rápidamente.
Aunque algunos medios reseñaron que hubo desbordamiento de la quebrada, el funcionario de PC, lo desmintió, asegurando que el agua no alcanzó la cota máxima de la quebrada.
Hace 30 años, sí se produjo una gran inundación en la localidad, pues se desbordó totalmente la quebrada de La Culebra, causando no sólo muertes, sino también casas destruidas y pérdidas de enseres.
CRECIDA DEL UNARE
El estado de alerta además se extiende hasta el municipio Cajigal, donde desbordó el río Unare, y fueron afectados los caseríos Paso de Onoto, El Cují, Quiripiche, La Encantada, El Corozo, y varios cultivos también fueron arrasados.
El alerta “amarillo” fue decretada por Protección Civil, de acuerdo a varios productores de la región como Carlos Olavarría y Raúl Zavarce, quienes perdieron toda su cosecha y “son unas 55 fincas las que están padeciendo los embates del agua y anegaciones”.