FUE LA PRIMERA VEZ, en 42 años de historia, que ocurrió en una línea en funcionamiento y con pasajeros abordo. Pero no la primera que sucedió dentro del Metro de Caracas. El descarrilamiento del pasado sábado, 17 de agosto, es el tercer acontecimiento de esta naturaleza en los últimos cuatro meses en el sistema férreo que comunica a la capital venezolana. Los dos anteriores tuvieron lugar lugar en el Patio 2, en Las Adjuntas. Uno de estos, por cierto, se produjo la noche del 7 de agosto, justo cuando Diosdado Cabello picaba una torta por el aniversario del subterráneo en su programa de televisión. Así lo reseña runrun.es
Por Lorena Meléndez
Pero los motivos de los descarrilamientos que sucedieron en Las Adjuntas son distintos al del sábado pasado. Cuentan ex trabajadores y voceros del grupo Metro Comunidad que, mientras aquellos ocurrieron por fallas en las ruedas, el último se dio por una seguidilla de errores que se cometieron al momento de atender una emergencia. Se violaron los procedimientos que durante años habían sido sagrados y las consecuencias, además de los daños mecánicos, dejaron a una decena de usuarios del tren con heridas y desmayos.
“Para nosotros esto no es sorpresa. Eso se debe a la poca capacitación, a la poca formación”, exclama Jhonny León, excontrolador de tráfico del sistema subterráneo y miembro de Metro Comunidad, quien recuerda que cuando entró a la compañía de trenes fue sometido a un riguroso proceso de selección que incluía exámenes y entrevistas psicológicas y psicotécnicas. Solo después de superar cada una, el candidato podía comenzar un curso intensivo de tres meses, que se tenía que aprobar con un mínimo de 80/100 puntos, y estar a prueba durante otros 30 días para poder ser empleado del Metro de Caracas. Hoy pone en duda el actual proceso de selección, que está totalmente en manos del sindicato chavista de la empresa, y la preparación de los nuevos trabajadores. El operador al que se le descarriló el tren el 17 de agosto llevaba solamente tres semanas en el cargo.
“Lo que nosotros no sabemos es si se le está evaluando correctamente a ese personal que está ingresando. ¿Estaba ese muchacho apto para el cargo de operador de trenes?, ¿se le dio el curso con la calidad que se debe dar para que el operador esté instruido para el cargo? Nadie sabe si ese muchacho ingresó de manera regular, si presentó exámenes, si fue evaluado y recibió un curso de calidad. Y no solo es él, son todos los ingresos”, sentencia Jesús Hernández, analista de operaciones jubilado del medio de transporte.
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