El rapero Meek Mill aceptó declararse culpable este martes de un delito de posesión de armas cometido hace más de 10 años, poniendo así fin a un caso que lo había convertido en un símbolo de los problemas de la justicia estadounidense.
“Estoy extremadamente contento de haber dejado atrás mi larga batalla judicial”, tuiteó aliviado el cantante de 32 años a su salida de un tribunal de Filadelfia, en el estado de Pensilvania.
Meek Mill, cuyo verdadero nombre es Robert Williams, fue condenado en 2008 por posesión de armas y de estupefacientes, y estuvo seis meses detenido antes de ser puesto en libertad condicional con medidas de control judicial.
En noviembre de 2017, Mill volvió a ser encarcelado por violar las condiciones de ese control tras abandonar su condado sin permiso para dar conciertos y dar positivo en pruebas de consumo de estupefacientes. Abandonó la prisión en abril de 2018, cuando un tribunal superior de Pensilvania lo puso en libertad bajo fianza.
Su declaración de culpabilidad este martes le permitió evitar los últimos cargos que pesaban sobre él. “Sé que el camino ha sido largo para usted y espero que esto sea el final”, declaró en el tribunal el juez Leon Tucker, según los medios locales.
Los problemas judiciales del rapero habían alimentado un debate sobre el supuesto sesgo racista de algunas leyes en Estados Unidos.
Mill defiende desde su última liberación la necesidad de una reforma de la justicia penal, en un país donde las personas negras son encarceladas a una tasa cinco veces mayor que los blancos, según la organización de derechos civiles NAACP.
Al menos 61.250 personas están encarceladas en el país por haber incumplido las reglas de su libertad condicional cometiendo delitos menores, según una investigación reciente de la ONG The Marshall Project.
AFP