Esta semana, el coordinador de Vente Venezuela en el municipio Guaicaipuro del estado Miranda, profesor William Anseume, visitó, con representantes de Vente Paracotos, la parroquia Altagracia de la Montaña. Esto fue lo que expresó el profesor Anseume luego de su visita: “Es increíble la constatación, en Altagracia de la Montaña, del más deplorable de los abandonos en los que puede sumirse a una parroquia. Da tristeza y dolor esta constatación. Esta parroquia está destruida, olvidada, abandonada por cualquier ente oficial: la gobernación, la alcaldía, la policía, la Guardia Nacional”.
Prosiguió Anseume: “El ambulatorio es apenas el recuerdo de lo que otrora fue la atención médica. Pero los habitantes de esta distanciada población deben llegar a Los Teques para alguna consulta o algún cuidado de su salud. Hay allí un personal diligente, unas enfermeras, pero sin nada con qué trabajar. En un pueblo que carece de transporte público, llegar a Los Teques para una atención puede resultar costoso y mortal a la vez. Pero no sólo falla la atención en salud y el transporte. La vialidad inservible, los puentes hundiéndose, la abundancia de derrumbes con todo desahogo tapado, tapiado, sin atención ninguna, hacen de Altagracia la parroquia más olvidada y descuidada en medio de todo el abandono y descuido que caracterizan al municipio y el estado. Aquí no hay ambulancia. Pero tampoco seguridad. Los habitantes viven asustados. A la merced del hampa que los azota. Hace años abandonaron el módulo policial. Se llevaron todo del infocentro. No hay protección para la ciudadanía. La plaza Bolívar yace abandonada como la manga de coleo. Esto es deplorable. El cementerio está en un deterioro agónico, de lo más rupestre. Ni hablar de los descuidos de la atención alimentaria. No hay un mercado. Las pocas bodeguitas que hubo están cerradas por la calamidad económica. Las bolsas con las que se contenía el hambre, buscando llevar carga ideológica a cada familia, les aparecen cada vez más distanciadas, por meses”.
“Altagracia de la Montaña está tan olvidada que no tiene una señalización que oriente para llegar a ella. Sus pobladores siembran como pueden, lo que pueden, el trabajo en las minas está paralizado y esto luce como las resultas de una destrucción masiva. Es increíble el estado en el que está, por desasistida esta parroquia. Deduzco que se trata de un profundo abandono por ser la segunda Parroquia entre las menos habitadas de Guaicaipuro, como a los desinteresadis que más recientemente han ocupado cargos públicos en la gobernación, en la alcaldía, no les producen muchos votos, y por estar recónditamente escondida, la parroquia Altagracia de la Montaña padece el olvido y el descuido más deplorable de la mano oficial”, expresó el dirigente político de Vente Venezuela. Ya basta de maquillajes y fuestecitas ocultadoras que se concentran mínimamente en Los Teques. También existen las parroquias foráneas. Y si al menos en Los Teques se prestará alguna atención uno pudiera constatar la inversión, en algún lado, de los recursos. Pero es que ni eso”.
William Anseume concluyó: “Tenemos y podemos producir los cambios nacionales, regionales y municipales. Estamos obligados con los ciudadanos a otorgarles la posibilidad de una vida digna. En Altagracia, el desarrollo del agro, de la cría, del turismo puede ser muestra de un resurgimiento pronto del país que queremos y necesitamos”.
Nota de Prensa