Qué es y para qué sirve la moringa, un superalimento con historia milenaria

Qué es y para qué sirve la moringa, un superalimento con historia milenaria

Hace siete años, cuando Fidel Castro vivía en el retiro y cada tanto emergía con algún comentario, publicó una línea, incluida en sus Reflexiones con el título “La alimentación y el empleo sano”:

Por infobae.com

Están las condiciones creadas para que el país comience a producir masivamente Moringa Oleífera y Morera, que son, además fuentes inagotables de carne, huevo y leche, fibras de seda que se hilan artesanalmente y son capaces de suministrar trabajo a la sombra y bien remunerado, con independencia de edad o sexo.

La desafortunada alusión a las propiedades nutritivas de la moringa, planta tradicional de la medicina ayurveda, que muchos interpretaron literalmente como expresión de problemas mentales de Castro —”un árbol que da carne”, se burlaron del “orate en jefe”— copó las discusiones. Las fotos de Castro con sombrero de campesino junto a sus especímenes se llevaron el resto de la atención.

Fidel Castro con las moringas que cultivaba en su casa, en 2012, cuando publicó su extraña apología del árbol. (Axel Castro)

 

Pero la imagen, aunque de poesía dudosa, se basaba en ciencia cierta: en Cuba se investigaban las propiedades de la moringa desde 2010, para establecer si la planta que prolifera en el Himalaya tiene realmente la capacidad de combatir la desnutrición, además de poder antibiótico, antiinflamatorio, contra la presión baja y la diabetes, contra el colesterol alto y el asma, para mejorar la circulación y el aspecto de la piel, entre otras cosas.

Con los años muchos países occidentales adoptaron el consumo —en su mayoría, en polvo— de este árbol originario de la India, Pakistán y Nepal que en los últimos siglos se comenzó a cultivar también en el Caribe, Filipinas y América Central y del Sur. Actualmente en los Estados Unidos es muy difícil encontrar una tienda de productos saludables, un bar de smoothies o un gimnasio que no ofrezca la moringa entre sus suplementos estelares.

“Con frecuencia hallamos que hay mucha validez y verdad en lo que los cuidadores de la salud han estado haciendo durante miles de años“, explicó la nutricionista Robin Foroutan, vocera de la Academia de Nutrición y Dieta estadounidense, a Mic.

La moringa es un árbol resistente que puede llegar a los ocho metros de altura. (Wikipedia)

“El árbol de la vida”, como lo llamaban en la India, ha demostrado tener algunas de las propiedades que se le atribuyen —reseñó WebMD— para tratar el asma (3 gramos dos veces al día redujo la severidad de los síntomas en un estudio de tres semanas), la diabetes (redujo los niveles de azúcar en sangre en ayunas y luego de una comida, tanto en personas que toman antidiabéticos orales como las que no lo hacen), la desnutrición (aumentó la recuperación segura de peso en niños desnutridos en un estudio de dos meses), los síntomas de menopausia (las hojas frescas de moringa agregadas a la comida redujo los sofocos y los problemas de sueño) y la caída del índice de masa corporal en pacientes con vih/sida.

Otros males que se cree —aunque no hay estudios que lo prueben todavía— que la moringa puede tratar son: colesterol alto, escasa producción de leche materna, deficiencia de vitamina A, anemia, artritis, dolores de cabeza, falta de deseo sexual, infecciones, inflamación, problemas de la piel, estreñimiento, diarrea, problemas de tiroides, epilepsia, espasmos, úlcera, gastritis y gingivitis.

Las vainas de moringa se venden en los mercados de la India, Nepal, Pakistán, muchos países de África y Filipinas. (Wikipedia)

 

“Si hubiera una lista de las 10 plantas principales para ayudar a alimentar a la humanidad en los próximos 100 años, yo diría que la moringa debería estar incluida”, argumentó Carrie Waterman, investigadora de la Universidad de California en Davis y experta en la química de los productos naturales. “Mi primera impresión fue que era demasiado buena para ser verdad”, dijo a Phys.org.

Desde entonces —hace más de una década— no ha dejado de investigarla.

“La moringa tiene un alto nivel de antioxidantes y moléculas muy específicas que ayudan a reducir la inflamación, algo que sabemos que subyace a muchos de los problemas de salud crónicos como el cáncer, la obesidad, la diabetes y la desnutrición“, agregó Waterman.

Las hojas se pueden consumir frescas o secas, en comidas o como infusión. En EEUU predomina el suplemento en polvo.

 

El artículo destacó el caso de la diabetes. Peter Havel, profesor de nutrición y biociencia molecular en la Escuela de Medicina Veterinaria de UC-Davis, probó la moringa en experimentos sobre ratas cuyos modelos imitaban la diabetes en humanos y comprobó una postergación de los síntomas de cinco meses, equivalentes a entre 10 y 15 años en personas.

“Postergar la diabetes es algo importantísimo”, dijo a Phys.org. “Si se retrasa la enfermedad 15 años y uno se enferma a los 60 años en lugar de a los 45, puede que no necesite un transplante de riñón“, puso como ejemplo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aseguró que “sus hojas son ricas en proteínas, vitaminas A, B y C y minerales: muy recomendables para mujeres embarazadas y lactantes, así como para niños pequeños”. Entre los minerales se destacan por su alta concentración el calcio y el hierro, seguidos por el zinc, el magnesio y el potasio. Este familiar lejano del brócoli y el kale también contiene aminoácidos, entre ellos cistina y metonina. Las hojas poseen una enorme cantidad de proteína: casi el 30% de su peso seco, más que las legumbres.

“Las vainas jóvenes son comestibles y su sabor recuerda a los espárragos. Los guisantes verdes y el material que rodea la piel también pueden cocinarse y las flores pueden consumirse o usarse para hacer “, explicó BBC. “Las semillas y cortezas se utilizan para tratar problemas circulatorios”. La totalidad de esta planta —hojas, vainas, semillas, flores, raíz— es comestible. La moringa puede llegar a ocho metros de altura, con ramas que se extienden abiertas como un paraguas.

Por ahora la investigación es limitada, advirtió a Mic Sharon Palmer, nutricionista de California. La mayoría de los estudios, además, se ha hecho sobre animales; sólo unos pocos sobre humanos. Pero dado se comprobó que en cantidades moderadas el suplemento no produce daño, ha despertado un enorme interés entre la gente que consume superalimentos como la chía, las bayas de goji, el kale, la spirulina y la cúrcuma, entre otros.

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