El presidente del gobieno español Pedro Sánchez (Psoe) y el líder del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, se culparon mutuamente este miércoles por el bloqueo político en el país, que podría conducir a unas nuevas elecciones si ambas formaciones no alcanzan un acuerdo.
Sánchez, jefe del gobierno desde junio de 2018, actualmente en funciones, ganó las elecciones legislativas del 28 de abril pero sin mayoría absoluta, lo que hace a Podemos indispensable para su investidura.
Pero las negociaciones están en punto muerto entre esta formación de izquierda radical, que exige entrar en el gobierno, y el Psoe, que descarta una coalición y sólo quiere pactar un programa en común.
“Es preferible siempre un gobierno de coalición antes que una repetición electoral”, le dijo a Sánchez este miércoles en el Congreso el líder de Podemos, poniendo como ejemplo a Italia, donde el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y el Partido Demócrata (PD) dejaron atrás sus divergencias para formar un gobierno conjunto.
“Creo que se equivocará usted si hace caso a los asesores que dicen que por algún escaño más (en el Congreso), a usted le conviene obligar a los españoles a que voten otra vez”, añadió, asegurando “tender la mano” nuevamente para un acuerdo, añadió.
“Nosotros somos los últimos a los que nos interesan unas elecciones. Lo que queremos es que haya un gobierno”, le respondió Sánchez.
Pero eso “no depende sólo del Psoe”, añadió, invitando a su potencial aliado a estudiar “la propuesta de camino intermedio del grupo parlamentario socialista (SIC)”.
A finales de julio, Sánchez perdió la votación parlamentaria para ser reinvestido como jefe del gobierno después del fracaso de las negociaciones para formar un gobierno de coalición.
En esa ocasión, Podemos juzgó insuficiente la oferta de repartición de carteras presentada por el Psoe.
Desde entonces las negociaciones entre ambas formaciones se han enquistado, y si Sánchez no es reelegido antes del 23 de septiembre, España celebrará el 10 de noviembre sus cuartas elecciones legislativas en cuatro años. AFP