La actriz Demi Moore, de 56 años, se quitó toda la ropa para posar en la portada de la última edición de octubre de la revista Harper’s Bazaar.
La modelo revivió el momento cuando su madre sufrió una sobredosis cuando estaba joven: “Lo siguiente que recuerdo es usar mis dedos, los dedos pequeños de un niño, para cavar las píldoras que mi madre había tratado de tragar de su boca mientras mi padre la mantenía abierta y me dijo que hacer. Algo muy profundo dentro de mí cambió, y nunca retrocedió. Mi infancia había terminado”.
Sobre la percepción pública de su pasado: “Todo lo que ocurre en nuestras vidas individuales nos informa. Cambiar, moldear, presentar las oportunidades con el propósito exacto de llevarnos a donde estamos en el momento presente. Sea lo que sea eso. Toda la proyección de quién creen que soy [fueron] las mismas cosas que me estaban sacando de dos elementos: mi zona de confort y mi control. [Estaban] tratando de hacer que me dejara ir y realmente ser quien soy. Y no creo que supiera cómo hacer eso”.
Moore también habló sobre la relación con sus hijos: “’Mis hijas me ofrecieron la oportunidad de comenzar a cambiar el patrón generacional. Para poder romper los ciclos”.
La maternidad, dice, era su único objetivo absoluto y el único destino del que podía estar segura de que se había cumplido, y eso incluye’ ser madre de mí misma.