Aviones no tripulados que los rebeldes hutíes de Yemen reclamaron como propios alcanzaron en la madrugada del sábado la mayor instalación de procesamiento de petróleo del mundo y un importante campo petrolífero operado por Saudi Aramco, ambos en Arabia Saudí. El incidente provocó un enorme incendio en un procesador crucial para el suministro de crudo en todo el mundo.
Por Samy Magdy en El Cairo / The Associated Press
No estuvo claro de inmediato si los ataques en Buqyaq y en el campo de Khurais causaron heridos, ni qué efectos podrían tener en la producción petrolera del reino. Es probable que los incidentes aviven las tensiones en el Golfo Pérsico en medio de la confrontación entre Estados Unidos e Irán por el colapso de su histórico acuerdo nuclear con las potencias internacionales.
Los hutíes cuentan con el respaldo de Irán en la guerra que libran desde hace años en territorio yemení contra una coalición liderada por Riad.
En videos publicados en internet y gravados aparentemente en Buqyaq, podían oírse disparos de fondo. El humo se elevaba sobre el horizonte y las brillantes llamas podrían verse a cierta distancia de la planta de procesado de petróleo de Abqaiq.
La televisora estatal saudí emitió más tarde un reporte con un corresponsal en la zona y detrás de él podían verse con claridad el humo provocado por los fuegos. Las columnas de humo eran visibles también desde el espacio.
Los incendios comenzaron luego de que las instalaciones fuesen “atacadas por drones”, explicó el Ministerio del Interior en un comunicado publicado por la agencia noticiosa estatal Saudí Press, que agregó que había una investigación en marcha.
Los rebeldes yemeníes lanzaron 10 drones en un ataque coordinado contra las dos instalaciones, explicó el portavoz de los hutíes, Yahia Sarie, en un breve discurso emitido por la televisora del grupo, Al-Masirah. Los ataques solo empeorarán si la guerra continúa, advirtió.
“La única opción para el gobierno saudí es dejar de atacarnos”, apuntó Sarie.
El gigante petrolero estatal Saudí Aramco no respondió de inmediato a las preguntas de The Associated Press. El reino espera ofrecer pronto una participación en la empresa a través de su primera oferta pública de acciones.
Saudí Aramco describe su planta de procesado Abqaiq de Buqyaq como “la planta de estabilización de petróleo crudo más grande del mundo”. Se estima que puede transformar hasta siete millones de barriles por día.
El centro ya fue objeto de ataques insurgentes en el pasado. Suicidas de Al Qaeda intentaron sin éxito atacar el complejo petrolero en febrero de 2006.
Se cree que el campo de petrolífero de Khurais produce más de un millón de barriles de crudo al día. Tiene reservas estimadas de más de 20.000 millones de barriles, según Aramco.
El precio del petróleo no se vio afectado de inmediato ya que los mercados de todo el mundo estaban cerrados por ser fin de semana. El barril de Brent, referencia del mercado, cotizaba a poco más de 60 dólares.
Desde marzo de 2015, una coalición liderada por Arabia Saudí lucha contra los rebeldes yemeníes en favor del gobierno reconocido por la comunidad internacional. Los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, controlan la capital, Saná, y otras partes del país más pobre del mundo árabe.
La guerra se ha convertido en la peor crisis humanitaria del mundo. La violencia ha dejado a Yemen al borde de la hambruna y se cobró más de 90.000 vidas desde 2015, según el grupo Armed Conflict Location & Event Data Project, ACLED, con sede en Estados Unidos y que monitorea el conflicto.