El asesinato de el venezolano Rubén Matamoros Delgado y el peruano Jafet Torrico Jarasu, llevado a cabo el pasado lunes en el hotel Señor de Sipán, en el distrito de San Martin de Porres, ha dejado hasta la fecha tres personas detenidas.
Por Claudia Sovero Delgado | ElComercio.pe
Se trata de Alexander Salazar Álvarez, Verónica Andreina Montoya Araujo, ambos de 25 años, y de Abraham Alberto Perozo Borjas, con una edad de 28 años, todos de nacionalidad venezolana.
Alexander Salazar
El primer detenido relacionado al caso fue Alexander Salazar (25), quien trabajaba de 9 p.m. a 9 a.m. en dicho hospedaje. El 9 de setiembre, no fue una excepción, él trabajó en este lugar como recepcionista y, según se conoció tras las investigaciones, habría manipulado la cámara de seguridad para que no se registre el momento en que los asesinos retiran los paquetes que contenían las partes cercenadas de las víctimas.
Según información de la Superintendencia Nacional de Migraciones, Salazar, esta persona que actualmente cumple detención preliminar entró por control migratorio y habría iniciado su trámite de Permiso Temporal de Permanencia, pero no lo concluyó.
Verónica Montoya
Según las investigaciones de la policía y la fiscalía, Montoya (25) huyó de su Venezuela tras haber matado a una persona. Su detención ocurrió el 14 de setiembre. A la fecha se investiga su participación en este doble crimen y en las mafias de la prostitución clandestina en Lima norte.
Vale precisar que la joven cuenta con prisión preventiva con fines de extradición a Venezuela por otro caso.
Abraham Perozo
Ayer se detuvo a Perozo (28) el último involucrado en el doble asesinato. La captura se dio en Tumbes por agentes de la Policía Nacional, en el distrito de Aguas Verdes, quienes lo detuvieron cuando habría intentado salir del país por la frontera con Ecuador. El sujeto ha estado en el país durante cinco meses.
El sujeto está presuntamente implicado en el asesinato y descuartizamiento de Matamoros y Torrico.
En un video difundido por la prensa se muestra a Perozo confesando que su compatriota Rubén Matamoros Delgado fue asesinado porque no habría entregado el dinero recaudado por la venta de droga. Le dieron 50 paquetes de 10 soles. Luego manifiesta que a la víctima peruana lo mataron por ser amigo del venezolano.
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