Oriana Rosa Pérez, una joven venezolana de tan solo 20 años que vive en Perú, denunció ante medios de comunicación locales que efectivos policiales le propinaron una salvaje golpiza sin motivo alguno.
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El ataque tuvo lugar en la madrugada, cuando Oriana regresaba de una fiesta junto a sus amigos venezolanos. Por tal motivo, todos los vecinos se despertaron al escuchar los gritos y las súplicas de la chica.
“No estaba borracha ni nada, ni peleando en la calle, solamente iba a mi cuarto”, afirmó Oriana. “Se bajaron de la camioneta y me dijeron que me fuera de su país, ladrona, me dijeron de todo”, lamentó.
Por su parte, Carlos Scull, embajador venezolano designado por el presidente encargado Juan Guaidó, repudió tales actos de xenofobia.
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