Los franceses rinden este domingo un homenaje popular al expresidente fallecido Jacques Chirac, que tras cuatro décadas de carrera política se convirtió en un dirigente muy apreciado por buena parte de sus conciudadanos que se identifican en sus cualidades y defectos.
como “profundamente francés”, tanto con sus cualidades como con sus defectos.
El homenaje popular se organizará en el Palacio de los Inválidos de París, un día antes de una jornada de duelo nacional y de una ceremonia oficial en presencia de numerosas personalidades extranjeras.
El fallecimiento de Chirac, “el humanista”, figura mítica de la derecha francesa que llevaba años enfermo y no aparecía en público, conmocionó al país que presidió durante 12 años (1995-2007), después de haber sido alcalde de París entre 1977 y 1995.
Desde el jueves, unos 5.000 franceses, algunos de ellos muy jóvenes, acudieron a firmar en los libros de condolencias del Palacio del Elíseo, donde dejaron fervientes elogios y expresaron su “ternura” y admiración por Chirac.
El expresidente será recordado por haberse opuesto a la guerra de Irak en 2003, haber reconocido la responsabilidad de Francia en la deportación de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y por su frase “nuestra casa está en llamas”, una alerta sobre la situación del clima lanzada ya en 2002.
Según un sondeo publicado en el periódico dominical ‘Journal du Dimanche’, Chirac, impopular cuando abandonó el Elíseo en 2007, se ha convertido en el presidente de la Quinta República más querido por los franceses, empatado con Charles de Gaulle.
Muchos prefieren no mencionar los asuntos judiciales de quien, en 2011, se convirtió en el primer expresidente francés con una condena penal (dos años de cárcel en suspenso, por un caso de empleos ficticios en la alcaldía de París).
“Tenía un lado humano que no todos tienen actualmente en la política […] No era alguien perfecto, pero por eso me gusta tanto”, dijo el sábado a la AFP Thibaud, de 23 años, estudiante en el sector humanitario.
“El hombre más que el presidente… Así es como queremos recordar a Jacques Chirac en el momento de su desaparición”, escribió el diario de izquierdas ‘Libération’ un día después de su muerte.
El afecto mostrado por sus conciudadanos se debe “más” a “lo que fue” que “a lo que hizo”, consideraba por su parte el conservador Le Figaro.
“Se ajustó a las permanencias y las contradicciones de un país al que supo encarnar, como hombre de Estado”, añadió el periódico, para el que el ex jefe de Estado “era profundamente francés, con sus virtudes y sus debilidades”.
El patio del Palacio de los Inválidos de París, monumento que aloja entre otros la tumba de Napoleón, estará abierto al público a partir de las 14H00 (12H00 GMT) para quien quiera acudir a recordar al expresidente.
El féretro se instalará a la entrada de la catedral de San Luis de los Inválidos.
– Dirigentes extranjeros –
El lunes, jornada de luto nacional, se celebrará por la mañana en el mismo lugar una ceremonia reservada a la familia, antes de que se le rindan honores militares, en presencia del actual jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.
A mediodía se celebrará un servicio solemne presidido por Macron en la iglesia de San Sulpicio de París.
Se espera la presencia de numerosas personalidades extranjeras, con unos 30 jefes de Estado y de gobierno anunciados.
Entre ellos estarán el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el ruso Vladimir Putin, el italiano Sergio Mattarella y los primeros ministros de Líbano, Saad Hariri, y Hungría, Viktor Orban. También acudirán mandatarios de la época en que Chirac estaba en el poder, como el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el excanciller alemán Gerhard Schröder.
A las 15H00 se guardará un minuto de silencio en escuelas y administraciones.
Además de sus dos mandatos como presidente de la República y tres como alcalde de París, Jacques Chirac fue también primer ministro en dos ocasiones (1974-1976 y 1986-1988), fundó dos partidos conservadores –RPR y UMP–, ministro en varias ocasiones desde los 34 años y diputado de Corrèze (centro).
A lo largo de su trayectoria, el difunto expresidente se mantuvo fiel a su rechazo a la extrema derecha, su preocupación por la cohesión nacional y su visión gaullista sobre la política internacional de Francia, considerada una potencia de equilibrio que debe hablar con todos los actores. AFP