Casi 40 vuelos domésticos sufrieron este lunes retrasos o tuvieron que retornar a su punto de partida en Nueva Zelanda debido a un problema con los radares que duró alrededor de una hora, indicaron fuentes oficiales.
Graeme Sumner, el director de la empresa encargada del control del tráfico aéreo, Airways, dijo en una rueda de prensa que debido al problema 36 vuelos fueron retrasados y otros tres tuvieron que retornar a su punto de partida en los aeropuertos de las ciudades neozelandesas de Auckland, Christchurch y Wellington.
Sobre las 13.30 hora local (00.30 GMT), saltó la alarma de incendios en uno de los edificios del aeropuerto de la ciudad de Christchurch, donde se encuentra el principal radar de Airways, precisó en un comunicado la empresa.
Airways indicó que“se adoptó una respuesta conservadora en la gestión del espacio aéreo neozelandés”al dejar en tierra a los aviones que realizaban trayectos nacionales, pero los vuelos internacionales no fueron afectados debido a que dependen de un centro de control en Auckland que no sufrió problemas.
Tan pronto se reanudó el servicio, el aeropuerto de Christchurch informó de que si bien los aviones ya despegan desde sus instalaciones, “hay algunos problemas en otros aeropuertos, así que esto puede afectar a los vuelos desde y hacia otros aeropuertos”. EFE