Los precios de los alimentos más indispensables para la familia venezolana sostuvieron su incremento brutal durante el pasado agosto, según el Centro de Documentación y análisis para los trabajadores (Cenda).
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De acuerdo con el más reciente resumen mensual de Cenda, el tentáculo de la hiperinflación afectó sensiblemente a productos de primera necesidad como carnes, cereales y lácteos.
La canasta alimentaria arroja una de las cifras más alarmantes: Se necesitan al menos 21 salarios mínimos para cubrir el consumo básico en un hogar venezolano. Al día, una familia requiere más de dos salarios mínimos solamente para comer.
Cenda es tajante en su conclusión: “Con el salario mínimo de los últimos años, y de 1,95 dólares en agosto, se puede afirmar que la inmensa mayoría de la población trabajadora venezolana sobrevive dramáticamente en situación de pobreza extrema”.