Al menos diez civiles, entre ellos un niño, murieron este lunes en Jalalabad, en el este de Afganistán, a causa de la explosión de una bomba que afectó a un autobús que transportaba a jóvenes reclutas del ejército, anunciaron responsables.
“La bomba estaba colocada en una moto. Desgraciadamente diez civiles, entre ellos un niño, resultaron muertos y hubo 27 heridos” dijo a la AFP el portavoz del gobernador de la región de Nangarhar, Ataullah Khogyani.
Estas informaciones fueron confirmadas por el ministerio del Interior. El atentado no fue reivindicado por el momento.
Las informaciones sobre las pérdidas militares en estos ataques suelen ser divulgadas de forma separada
Este ataque se produce en el 18º aniversario de la intervención de Estados Unidos, que expulsó del poder a los talibanes al cabo de algunas semanas.
El conflicto sigue empantanado desde entonces, aunque Estados Unidos y los talibanes negociaron hasta hace poco una retirada de las tropas estadounidenses. Estas negociaciones fueron suspendidas por el presidente Donald Trump.
El mayor adversario de los talibanes es el ejército nacional afgano y la policía local. La ciudad de Jalalabad, cercana a la frontera con Pakistán, que alberga a numerosos talibanes, es frecuente escenario de atentados. AFP