Los perezosos descansan entre 17 y 18 horas, según aseguran los estudiosos en la materia, pero se debe a que son muy trabajadores e inteligentes. Su cabeza es redondeada y la expresión de su cara parece dibujar una sonrisa perenne y esa actitud nos enamora.
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Pudimos conocer que su lentitud es porque disponen de muy poca masa corporal. Esto no permite que tengan mucha energía, por lo que deben aprender a administrar la cantidad que la naturaleza les aporta cada día.
Los perezosos viven en un árbol de manera solitaria. Una vez a la semana bajan para hacer sus necesidades. Hacen esto cavando un hoyo en la base del árbol, y tapándolo después. Tras esto, cambian de casa, es decir, de árbol. No obstante, este tiene que ser uno que no esté habitado, lo cual pueden deducir por el olor. Si no huele a heces de otro perezoso, quiere decir que no está habitado y que es apto para vivir en él.
Ya sea con su lento caminar o su carita de tranquilidad, estamos seguros que -luego de una ardua jornada- querrás descansar como estos perezosos…
