Para las amas de casa, hoy en día es cuesta arriba llevar el alimento a la mesa familiar cada día.
Muchas pasan penurias para alimentar a sus hijos y también comer ellas, pues señalan que el sueldo ni los bonos de la patria alcanzan para cubrir todas las necesidades.
Benicia Beneriz destaca que “me ayudo más o menos con el dinero que me manda mi hijo de EEUU, ya que la pensión no me alcanza para comprar medio cartón de huevo porque quedaría debiendo. Tampoco puedo comprar arroz o pasta y trato de estirar lo que viene en la caja Clap.”
Karina Mendoza señala que “yo recibo remesas del Perú, pero a veces me siento ahorcada porque alcanza para comprar tres o cuatro proteínas”.
“He dejado de comprarme cosas indispensable para que mi mamá y yo podamos medio comer. Entre las dos nos ayudamos y así es que podemos comer”, indica Ana Casanova.