La jornada de ayer se destaca por la confluencia de hechos y expectativas en un país que demanda recuperar la paz.
En horas de la tarde, miembros del gabinete explicaron la propuesta oficial para instalar un diálogo con los indígenas. Horas antes, hubo reuniones con la Central Única de Trabajadores para acercar posiciones sobre la reforma laboral del Ejecutivo.
Mientras todo eso sucedía, la Agencia Nacional de Tránsito anunció el alza de las tarifas de transporte en las ciudades en 10 centavos, con un tope de 40 centavos. Es una responsabilidad que correspondía a los gobiernos autónomos descentralizados.
Contrariamente a los episodios violentos de los días anteriores, ayer la marcha de los campesinos hacia el Centro Histórico se desarrolló de forma pacífica. El Frente Unitario de los Trabajadores hizo su propia marcha, que tuvo un alto nivel de confrontación con la fuerza pública.
El Gobierno anuncia como compensaciones para el campesinado, la reestructuración de las deudas de predios de asociaciones, eliminación de intereses para deudas en mora con Senagua, seguros que protejan las cosechas, una red de centros de acopio de productos como brócoli, chocho, quinua y papas. Ofrecen mejorar agro-vías y potenciar con más docentes la educación intercultural bilingüe y escuelas multigrados.
Esta propuesta es una ocasión para mejorar la calidad de vida en el campo. El acompañamiento de Naciones Unidas, la Iglesia y la Academia puede ayudar. Hay una puerta abierta para evitar la violencia que destruye y que puede crear resentimientos irreparables. Voces desde distintas ciudades y foros piden cordura.
Quedan por aclarar varios temas a ese respecto. La denuncia de infiltración de las marchas, realizada por la dirigencia, debe concretarse en datos que permitan iniciar acciones judiciales a quienes atentaron contra las personas y bienes públicos y privados con inusitada violencia.
El retiro de la Cruz Roja, luego de que 12 ambulancias fueron impedidas de circular, es un antecedente pésimo. Algo que no suele verse ni en escenarios de guerra. Preocupante.