Un coche bomba explotó este viernes en la ciudad de mayoría kurda de Qamichli, en el noreste de Siria, indicó a la AFP un portavoz de las fuerzas de seguridad locales, que por el momento no dio ningún balance de víctimas.
Este ataque se produce en el tercer día de una ofensiva de Turquía y sus aliados sirios contra las fuerzas kurdas en el noreste de Siria, donde los kurdos establecieron una zona semiautónoma durante el conflicto.
La ofensiva recibió vivas críticas internacionales, con varios países alertando de un posible resurgimiento de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
“Según las primeras investigaciones, se trata de la explosión de un coche bomba” en un concurrido barrio de Qamichli, indicó un portavoz de las Asayech, la policía local kurda.
La explosión causó “víctimas”, según un responsable que no precisó ninguna cifra.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) habló igualmente de “muertos y heridos” sin establecer un balance detallado.
La televisión oficial siria publicó imágenes de la explosión en las que se ven llamas y columnas de humo negro emerger del lugar de la deflagración.
Las fuerzas kurdas gobiernan la mayoría de la ciudad de Qamichli, en tanto las fuerzas del régimen de Damasco controlan el aeropuerto y la mayoría de barrios árabes.
Durante el sangriento conflicto desencadenado en Siria en 2011, esta ciudad fue el escenario de mortíferos atentados, algunos reivindicados por el EI.
En julio de 2016, al menos 44 personas murieron en un ataque suicida reivindicado por el grupo yihadista.
Un policía de Asayech murió en agosto en un atentado con coche bomba también asumido por el EI.
Los yihadistas, vencidos en marzo pasado por las fuerzas kurdas apoyadas por una coalición internacional dirigido por Estados Unidos, conserva células durmientes en las regiones sirias antiguamente bajo su control.
Las fuerzas kurdas mantienen detenidos además a miles de yihadistas y miembros de sus familias en prisiones y campos en el noreste sirio.
La ofensiva turca contra la principal milicia kurda siria, las Unidades de Protección Popular (YPG), abre un nuevo frente en la guerra en este país que dejó 370.000 muertos y millones de refugiados.
AFP