Amigo consecuente del Ateneo de Coro. Muy interesado en el acontecer cultural de Coro. Cuestionador de actitudes que en nada favorecían la sana convivencia y el clima de entendimiento para el logro de una comunidad capaz de blindarse contra el egoísmo y la mediocridad. Vivió su vida como le dio la gana sin obedecer a rasantes complacientes y serviles. En nuestra pinacoteca queda el reflejo de su inspiración en pinturas que fueron parte interesante de su genio creativo.
Sin duda fue un Coriano de buena cepa. Dios le de paz infinita por toda la eternidad.
El Ateneo de Coro hace llegar a sus familiares y amigos su palabra de pesar.
Descansa en paz Edwin.