Al momento se estima que 272 millones de personas, 4% de la población mundial, se encuentra como migrante. Por norma básica, van escapando de realidades de extrema pobreza, conflictividad y crueles realidades políticas. En ocasiones no se trata de escapar, simplemente te expulsan como símbolo del desprecio que sienten por ti.
El común huye de autoridades perversas que instauran sistemas “inocentes” que tienen por norte igualar los sueldos y salarios a la baja, anular el concepto de herencia, legislan para pequeñas comunidades, creando minorías privilegiadas donde la superlativa corresponde a los administradores. El mecanismo opresor va de la mano del aumento de los impuestos, utilizar las expropiaciones, las devaluaciones e inflación, y la destrucción del aparato productivo, entre otros.
Todo ese proceso va apareado con la generación de imágenes distorsionadas de la realidad, tales como: trabajar es malo, para quien tú trabajas es un vil explotador; no hagas dinero haz amistades. Todos somos tan buenos que el Lobo Feroz y el Infierno de Dante no existen. En fin, la idea inicial es imponer un concepto contrario a lo que las Santas Escrituras de todas las culturas consagran como guía para desenvolvernos en sociedad.
Venezuela ya va para el 30% de su población errante por el mundo. El asalto de Zapatos Negros y Corbatas Azueles es fuerte y contundente. Una y otra vez, dan oxígeno a los criminales de Caracas. Apoyados por sus cómplices asesinos de Managua, La Paz, La Habana, Europa y EEUU, que son parte de esa sórdida y aberrante realidad. Todos jacobinos/marxistas empeñados en construir el Hombre Nuevo, opuesto a toda lógica humana.
Bladimir Díaz Borges
@bladimirdiaz