La historia de amor entre Caracas y La Vinotinto se prolongó. Trinidad y Tobago fue la víctima del buen fútbol desplegado por los pupilos de Rafael Dudamel, quienes gozaron de las mieles del triunfo tras derrotar con autoridad (2-0) a su similar isleño.
Lucho Suárez || @SirLuchoSuarez || lapatilla.com
Con el Ávila como testigo, los guerreros borravinos no escatimaron en esfuerzos para hacerse sentir en la pizarra del Estadio Olímpico de la UCV.
Salomón Rondón, quien vacunó por duplicado el arco del seleccionado boliviano el pasado jueves 10 de octubre (4-1), tuvo su oportunidad para saborear el gol y no la desperdició.
Transcurría el 12′ del partido, el sol todavía alumbraba el “Coso de Los Chaguaramos“, y una triangulación veloz de la nuestra consiguió las botas de Darwin Machís dentro del área rojinegra, pero su remate fue repelido por el guardameta Adrian Foncette.
Para su mala fortuna, la bocha cayó en las botas de “El Gladiador” de Catia, quien solo empujó la número cinco al fondo de las redes para aumentar su cuota goleadora como máximo artillero histórico del cuadro nacional.
La algarabía se mantuvo en las gradas un par de minutos más
Machís, demostrando una vez más su calidad, volvió a encontrarse con la red sin mucha oposición.
El oriundo de Tucupita recibió a la caprichosa con sutileza, la bajó como con un guante y explotó su velocidad en una diagonal hacia el centro del terreno.
Al abrirse paso entre los zagueros, el extremo desenfundó un latigazo que fue imposible detener por el cancerbero isleño, quien no aguantó el endemoniado derechazo; 2-0, se les hizo de noche a los trinitarios.
Pese al dominio local y las variantes planteadas por el profesor Dudamel, el encuentro se mantuvo de un solo lado. El cuadro antillano no fue rival para la oncena venezolana.
Con esta victoria, La Vinotinto culmina la jornada FIFA con par de triunfos solventes en los cuales se apreció a un equipo sólido y capaz.
Fotografías de Juan Peraza || lapatilla.com