La economía nacional, que por muchos años se basó en la comercialización única y exclusiva de petróleo, está herida de muerte ya que la politización desmedida del holding estatal está 100% consumada, y devoró todo lo que podía devorarse dentro de la industria.
La peor tragedia es que Citgo también está a punto de perderse. Lamentablemente los usurpadores pusieron en garantía a Citgo para robarse miles de millones de dólares que lograron obtener con los llamados bonos 2020 y que en unas semanas deben pagar y no tienen como hacerlo.
Esta situación ha traído como consecuencia el inminente embargo de Citgo y el permanente desabastecimiento de gasolina en el país. Sí, dije permanente, porque es así, los momentos de supuesta normalización son espacios de tiempo donde Pdvsa logra, a través de terceros, medio estabilizar el suministro interno de combustible, pero la realidad es que la industria no puede satisfacer la demanda nacional.
Mientras tanto Citgo está hipotecada con los tenedores de bonos, la petrolera rusa Rosneft, la canadiense Crystallex, la norteamericana Conoco Philips y pare usted de contar.
Desde que el socialismo castrochavista se apoderó del país hay una larga cola de acreedores y de conductores para poder llenar los tanques de gasolina, y ya vemos que la agudización de la crisis vuelve a avanzar. Leíamos hace unos días que en el estado Bolívar volverán a racionar la venta de combustibles, y las kilométricas colas en las estaciones de servicios en Oriente, los Andes y el Zulia son nuevamente una realidad para miles de usuarios.
La escasez de gasolina retorna y Citgo está prácticamente perdida, en la medida que pase el tiempo, será cada vez peor y las crisis más cercanas entre una y otra. No existe forma de que la actual administración usurpadora logre reactivar la producción de crudo ni los procesos de refinamiento; ni tampoco pagar sus acreencias que tienen como garantía Citgo. Para Maduro, sostener la economía de la nación ya sea desde la óptica petrolera o desde cualquier otra, es imposible.
La crisis de la deuda ilegalmente contraída y la de la falta de gasolina no tardará en quebrar al país y agobiar a la mayoría de los habitantes de todos los estados, y será otro indicativo del fiasco total de la usurpación y de Nicolás Maduro como principal usurpador del poder en esta devastada nación.
Desde estas líneas le hacemos un llamado a todas las fuerzas vivas de Venezuela, no demoremos más el objetivo del Cese de la Usurpación, no prolonguemos la consolidación del Gobierno de Transición, es hora de hacer los cambios, de lo contrario el daño a la institucionalidad, operatividad y conducción del Estado, que deje Maduro, será aún peor y más lamentable de lo que ahora estamos viendo.
Conviene recordar que la única vía posible, para lograr las metas estratégicas para la democracia, es la planteada por María Corina Machado; no hay forma de hacer los cambios posibles sino es a través de la Ruta del Coraje.
Ya este régimen aniquiló Pdvsa, Citgo, los hospitales, los colegios, las universidades, todo el aparato productivo, no dejemos que Maduro y compañía sigan causando males a Venezuela y a millones de venezolanos; luchemos con valentía para expulsar a los usurpadores de la nación. Ya basta de diálogos y negociaciones inútiles. Es hora de actuar.