Sobre las 6:15 de la mañana, el 16 de octubre de 1994, un grupo de hombres ingresaba al Banco de la República en Valledupar para cometer el que es, hasta hoy, el robo de dinero en efectivo más grande de la historia del país.
Por: El Tiempo
Fue un domingo. En el Teatro Royal del sector céntrico de la capital del Cesar se entretenían con la película ‘En busca del oro perdido’. Mientras tanto, al otro lado de la calle alrededor de 30 personas (con participación directa e indirecta) se apoderaban de 24.072 millones de pesos (unos 30 millones de dólares) producto de las consignaciones de fin de semana de las entidades bancarias del centro y norte del Cesar, y del sur de La Guajira.
“Usted siga siendo juez que yo sigo siendo ladrón”
Pero el asalto no surgió de un momento a otro. Investigadores y testigos aseguran que las labores de inteligencia para realizar el asalto se dieron durante varios meses.
Hernán Gutiérrez, escritor del libro Ingenio y pobreza, el robo al Banco de la República de Valledupar, asegura que los ladrones se radicaron en Bosconia, al noroccidente de Valledupar, desde donde cada día trabajaban en la evaluación del calibre que debían utilizar para perforar las bodegas, configuración de cámaras y la participación de guardas de seguridad, agentes de la Policía y evaluación de posibles retos durante el asalto.
“Eso fue un robo que organizaron y programaron –resalta Gutiérrez–; eso no fue de la noche a la mañana, fue algo bien planeado y que tuvo muchos intentos, pero siempre se presentaba algún inconveniente”.
Bosconia es un municipio en el que convergen habitantes de muchas partes. Es un centro comercial, que tiene acceso con el interior con Barranquilla y Cartagena por diferentes vías. Luego de preparar las máquinas para efectuar el robo, los atracadores se iban a hospedar en el Hotel Sicarare, en Valledupar, pero esa semana del 7 de octubre de 1994, el recién posesionado como presidente, Ernesto Samper, se iba a hospedar ahí, por lo que el atraco se retrasó una semana más.