Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos, exigieron hoy a Estados Unidos que presione a Turquía para que cumpla la tregua y abra un corredor humanitario por el que evacuar las víctimas civiles de la ciudad de Ras al Ain, en el norte de Siria.
“Nos hemos comprometido a acatar el alto el fuego y seguir haciéndolo, pero al mismo tiempo exigimos que la parte estadounidense lo acate y que también presione a la parte turca para que abra el corredor y nos permita evacuar a los heridos y civiles que se encuentran dentro de la ciudad sitiada de Ras al Ain”, aseguró en un comunicado el comandante general de las FSD, Mazlum Abdi.
“Las FSD acataron el alto el fuego (…) Sin embargo, el lado turco continuó su ataque en una violación del alto el fuego”, señala el líder militar de las FSD.
“Tampoco permite la apertura de un corredor seguro para evacuar a los heridos y civiles atrapados en la ciudad de Ras Al Ain, a pesar de que han pasado 30 horas desde el anuncio”, añadió.
Las tropas turcas comenzaron el pasado día 9 la invasión del norte de Siria y una de sus primeros objetivos fue la ciudad de Ras al Ain.
Esta ciudad fronteriza con Turquía marca uno de los límites de la denominada “zona de seguridad” que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer hasta Tal Abiad, y es una de las más afectadas por la ofensiva.
Abdi indicó que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, son responsables de “obligar a Turquía a implementar el alto el fuego y abrir el corredor, de acuerdo con los entendimientos con la parte estadounidense”.
“A pesar de la comunicación constante con el lado estadounidense y la promesa hecha por ellos para resolver este problema, no ha habido ningún progreso tangible en este sentido”, concluyó Abdi.
Según los kurdos, los turcos siguieron lanzando proyectiles contra esa población con el resultado de 14 civiles muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos
Pompeo dijo ayer en Bruselas que confía en que se pueda seguir ejecutando e implementando el alto el fuego, aunque reconoció que hubo “alguna actividad”, atribuida a las dificultades de “coordinación”.
El jueves, Washington y Ankara acordaron una pausa en las operaciones militares de cinco días contra las milicias kurdosirias, a las que Turquía considera “terroristas”, para permitirles retirarse de esa franja fronteriza. Turquía negó ayer que hubiese combates y que todo se trataba de “desinformación”.
EFE