Las autoridades canadienses anunciaron el jueves haber dado su acuerdo en principio a la continuación de un controvertido proyecto para un vecindario futurista en Toronto, que fue confiado a una empresa vinculada a Google, después de que la firma aceptara en junio revisar su plan maestro.
Durante las consultas públicas organizadas por Waterfront Toronto -que reúne a la municipalidad de Toronto, la provincia de Ontario y al gobierno federal- muchos habitantes habían manifestado su preocupación respecto a que las autoridades confiaran el proyecto a Sidewalk Labs, una subsidiaria de Google.
El consejo de administración de Waterfront Toronto votó el jueves a favor del proyecto. Este último incluye la remodelación de Quayside, un terreno industrial de 5 hectáreas a lo largo del lago de Ontario, para hacer un barrio ultramoderno y sostenible construido en torno a tecnologías y datos digitales.
La empresa tiene previsto desplegar varias innovaciones, que incluyen semáforos que se adaptan en tiempo real al tráfico, espacios públicos modulares, carriles para bicicletas con calefacción en invierno o robots subterráneos para la entrega de paquetes y la gestión de residuos.
Según los planes presentados por Sidewalk Labs, el futuro desarrollo será construido en madera, combinando comercios, oficinas y casas habitación (incluyendo al menos un 20% de vivienda social) y será sostenible.
El voto abre la vía para una evaluación formal del proyecto por parte de autoridades canadienses para tener nuevas consultas públicas. La decisión final deberá estar lista el 31 de marzo de 2020.
“Tenemos el placer de anunciar que hemos encontrado un terreno de entendimiento sobre los puntos más críticos”, declaró en un comunicado Stephen Diamond, presidente del consejo de administración de Waterfront Toronto.
Sidewalk Labs ha hecho varias concesiones, incluyendo el alcance del proyecto o la gestión de los datos que serán recogidos. También se compromete a compartir con las empresas canadienses y Waterfront Toronto los beneficios de las innovaciones y la propiedad intelectual que se generará a través del proyecto.
“Seamos claros: este no es un acuerdo final”, agregó el presidente. “Hay mucho trabajo por hacer antes de una decisión final”, añadió, saludando un proyecto “que tiene el potencial de crear nuevos puestos de trabajo y oportunidades de desarrollo económico, un entorno neutral de carbono y una vivienda más accesible”.
AFP.