El futbolista internacional danés Nicklas Bendtner aseguró en una biografía publicada hoy que las fiestas con mujeres eran una “tradición” en las concentraciones de Dinamarca, además de detallar episodios de borracheras y juergas en su etapa en el fútbol inglés.
El ex jugador del Arsenal y el Juventus fue durante años delantero de referencia de Dinamarca, con la que marcó 30 goles en 81 partidos (2006-2018) y disputó el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012.
“Las habitaciones están en una punta del hotel y hacemos que unas chicas traigan provisiones y reserven cuartos en la otra. Cuando Morten Olsen (seleccionador, 2000-2015) se va a dormir, nos movemos con sigilo y vamos allá. Es una tradición que ha existido durante mucho tiempo”, escribió Bendtner en “Begge sider” (Ambas caras).
Tanto los ex jugadores y ex compañeros de Bendtner, Peter Møller, ahora responsable de selecciones de la Federación danesa (DBU), y Jon Dahl Tomasson, ayudante del seleccionador, declararon a medios locales no saber nada al respecto.
Y el seleccionador, Åge Hareide, rechazó que tal tradición exista, además de calificar de “ejemplar” el comportamiento de sus jugadores, incluido Bendtner, a quien recuperó para Dinamarca en la clasificación a Rusia 2018, aunque no lo incluyó en la lista final.
“Lord Bendtner” reveló también que cuatro días antes de debutar con Dinamarca a los 18 años, se emborrachó hasta quedar inconsciente en una fiesta y que sus amigos lo llevaron a casa en una carretilla.
“Estaba tan fuera de mí que me cagué en los pantalones y vomité por todos lados”, detalló Bendtner, quien dice no recordar nada de su primer entreno al día siguiente, aunque Olsen no supo de su mal estado y pudo debutar contra Polonia con un gol.
Fichado por el Arsenal a los 16 años como una gran promesa, Bendtner ha acumulado un amplio historial de escándalos en su carrera por su vida nocturna, que incluyen una condena por conducir borracho y otra por romperle la mandíbula a un taxista.
Según el jugador, su afición por la fiesta y la noche se disparó durante su estancia como cedido en el Birmingham (2006), donde su casa se convirtió “en una mansión de Playboy” en la que sus compañeros tenían relaciones sexuales con otras mujeres y las visitas a los clubes de striptease eran muy frecuentes.
Después de estar casi medio año apartado en el Rosenborg, Bendtner fichó en septiembre con el Copenhague por cuatro meses, en cuya cantera dio sus primeros pasos y del equipo del que es hincha.