La directora general de la Organización StopVIH, Silvimar Campos, asegura que a diario recibe en la institución personas que, desesperados, no consiguen como realizarse sus laboratorios de seguimiento y control del virus de VIH, tras la ausencia total de los reactivos en el sistema público de salud.
Nota de prensa
“Nos preocupa la situación porque la escasez de estos reactivos no permiten el monitoreo de la evolución del virus en el organismo y ante una situación económica tan compleja, donde las personas difícilmente pueden comer bien, se hace imposible poder realizarse los estudios que son necesarios y que deberían practicarse una vez al año. Sin duda es una desidia y un retraso el que se vive en el país en materia sanitaria, estamos muy rezagados”, sentenció Campos.
Las personas con VIH pueden llevar una vida normal y permanecer saludables, pero para ello es vital realizarse su carga viral que es una prueba de carga en plasma que mide la cantidad de virus de inmunodeficiencia humano (VIH) presente en la sangre. Cuanto menor sea la carga viral, menor será la cantidad del VIH. También es necesaria la realización de CD4 y CD8, para el conteo de linfocitos y así poder verificar el estado del sistema inmunitario.
La ONG advierte que en el estado Nueva Esparta son más de 2500 personas con VIH que padecen por la ausencia de los reactivos e incluso por la falla de condones que les eran entregados en el programa regional de VIH, siendo esto vital para impedir la transmisión o reinfección por el virus.
Algunos laboratorios privados de la isla de Margarita toman las muestras para ser enviadas a Caracas u otra ciudad del país, pero los costos son elevados, son montos que no todo bolsillo puede costear, ante esto, Campos expone “desde nuestras tribunas exigimos al ministro para la salud dar respuesta seria a las personas con VIH, es un derecho consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que el Estado garantice el acceso a un sistema de salud de calidad a los ciudadanos, pero aquí no hay avance, no hay medicinas, no hay médicos especialistas, no hay reactivos, lo que se convierte en una sentencia para la vida de estas personas. El año pasado fallecieron más de 2500 personas en todo el país y se estima que este año puedan pasar de las tres mil por la falta de control”, aseguró.