“Ya vengo. Voy a dar una vuelta y a traer comida”, así se despidió el venezolano Adonis Adrián Acosta Gutiérrez, la noche del lunes festivo, de Diana Durán, su compañera sentimental y con quien residía en el barrio Toledo Plata, en Cúcuta, Colombia.
Por: La Opinión
El joven salió antes de las 9:00 de la noche y nunca regresó.
A las 2:00 de la madrugada del martes fue asesinado a balazos y, además, sus verdugos le prendieron fuego a la cobija con la que fue arropado. Por ello, terminó quemado y tirado en una zona boscosa que comunica a los barrios Caño Limón con Camilo Daza, junto a la malla que cubre la pista del aeropuerto Camilo Daza.
Sobre la suerte del joven, su compañera sentimental se enteró por los rumores de sus vecinos.
“Yo me enteré hasta las 9:00 de la mañana del martes. Como él a veces llegaba tarde, me quedé dormida”, dijo Diana, mientras esperaba ayer en las instalaciones de Medicina Legal, a los padres del extranjero, quienes viajaban desde Valencia (Venezuela) a reclamar el cadáver.
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