La temporada navideña de este año 2019, se proyecta como la de mayores limitaciones para las familias poder adquirir los productos que tradicionalmente se obtienen en la época decembrina y los cuales forman parte de nuestras costumbres familiares. Al considerar la compleja situación que viven actualmente los venezolanos, nos indica que es la mas difícil observada en los últimos 100 años de nuestra historia petrolera y desde que este recurso se convirtió en la principal fuente de ingresos para el país.
Por: Vicente Brito
Quizás la mayor dificultad que tienen las familias es en poder tener el poder adquisitivo para adquirir los productos que estamos acostumbrados a consumir tradicionalmente, al encontrarnos que los ingresos cada día son mas reducidos para obtener aunque sea una parte significativa de los mas esenciales a pesar de los esfuerzos que se hacen por mejorarlos, ya que buena parte de los ciudadanos se ven en la necesidad no solo de cumplir con sus trabajos cotidianos, sino buscar otras actividades que les permita obtener ingresos adicionales.
Apenas un 5% de las familias alcanza a cubrir la cesta básica la cual incluye los productos mas esenciales del consumo familiar, su valor esta por encima de los seis millones y sigue aumentando, se estima que esta alcance para la temporada navideña el doble de su valor del que tuvo en el mes de Octubre.
En la medida que se anuncian mejoras salariales, aumentos de los bonos, mayor asignación a las misiones, más obras o cualquier incremento del gasto publico. Se generan mayor inflación, ya que la mayor parte de esos recursos provienen de la política monetaria expansiva del Banco Central, al no ser ingresos de impuestos, del petróleo o prestamos internacionales, lo cual convierte a esos bolívares en inorgánicos y principal causante del proceso hiperinflacionario en el cual nos encontramos.
La nación se encuentra en una complejidad social nunca vista desde que el petróleo se convirtió en la principal fuente de ingresos para el país, hoy se dice a los cuatro vientos que somos el país con las mayores reservas petroleras del mundo pero esta riqueza no ha logrado mejorar las condiciones de vida de los Venezolanos, lo contrario a pesar de los altos precios del petróleo que hemos tenido en los últimos 13 años por encima de los 50$, estos se convirtieron en sal y agua, como resultado del manejo manirroto de los recursos recibidos. Así nos lo indican las bajas reservas del Banco Central y las inexistentes en los distintos fondos creados para invertir esta inmensa masa de dinero recibido. Además nos encontramos con una elevada deuda externa la cual creció siete veces un 700% en los últimos 20 años, lo que no se justifica con los altos ingresos petroleros y de otros minerales exportados. Se estima en un trillón de dólares lo obtenido por la venta de nuestros recursos naturales, lo cual nos ubica en el tercer país del continente que hubiera obtenido tan altos ingresos provenientes de la explotación de sus riquezas minerales, lo cual contrasta con la grave situación de limitaciones y penurias que afecta a la Nación Venezolana.
¿Nos preguntamos a cuanto alcanzara a fines de diciembre la cantidad de bolívares en circulación 25 o 30 billones y su efecto en los precios de los productos de consumo tradicionales navideños?