Como virus en un entorno hostil, la red de empresas que los dos colombianos crearon para importar alimentos y productos de primera necesidad para el programa gubernamental de Nicolás Maduro, cambia de aspecto y se adapta a la presión de las sanciones estadounidenses. Nuevas marcas y empresas que aparecen en los combos CLAP que reciben los hogares venezolanos pertenecen en realidad al mismo entramado. Es el caso de 4PL, una empresa que opera desde Cartagena pero que, a pesar de su súbita aparición, ya estaba en la mira de los anticuerpos de los organismos internacionales contra la corrupción.
Por ROBERTO DENIZ / Armando Info
Nuevos productos, viejos conocidos.
Algunas de las marcas de alimentos que por estos días debutan en los combos que reparte el Gobierno venezolano a través del programa de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) conducen, sin embargo, a la interminable red de empresas de ocasión creada por Alex Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas, los empresarios colombianos que desde hace años acaparan buena parte de las importaciones de suministros para ese programa gubernamental.
Saab y Morán fueron sancionados por ese rol en julio pasado por el Departamento del Tesoro estadounidense, y acusados casi en simultáneo por un tribunal de Florida de lavado de dinero en sus negocios con el chavismo.
Desde 2016, año en que Nicolás Maduro oficializó la creación del plan estatal, Saab y Pulido lograron millonarios contratos para suministrar los alimentos con una sociedad registrada en Hong Kong. La empresa llamada Group Grand Limited compraba la mercancía en México para luego despacharla a Venezuela. Fue el comienzo de una operación que ha dado la vuelta al mundo y en la que también han usado compañías inscritas en los lejanos Emiratos Árabes y Turquía, justo cuando Maduro estrechaba la relación política y económica con el presidente turco, Recep Tayip Erdogan.
Pero ni las investigaciones de la administración de Donald Trump o las que autoridades colombianas y mexicanas iniciaron el año pasado contra la dupla colombiana parecen desalentar su participación en la venta de alimentos para el Gobierno de Maduro. Por el contrario: bajo la presión de las sanciones, el esquema de importaciones consigue nuevas formas para camuflarse.
Por ejemplo: a los hogares más pobres en Venezuela llegan ahora las cajas CLAP con empaques de lentejas y caraotas negras de una marca desconocida, Renaciente, procesadas por 4PL Industrial SAS, una compañía colombiana del portafolio de Saab y Pulido
Aunque el nombre de la empresa se refiere a “cuatro niveles en procesos logísticos”, bien pudiera interpretarse como una imagen de las cuatro piezas que encaja para conformar un negocio en el que, además de Saab y Pulido, participan otros dos empresarios colombianos: Carlos Lizcano Manrique, operador de ambos y propietario en Venezuela de Salva Foods 2015 -responsable de las Tiendas CLAP-, y Jorge Andrés Saavedra Bedoya, el hombre detrás de 4PL Industrial SAS.
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