Jeanine Anez, la presidente interina después de que Evo Morales renunciara el 10 de noviembre, llegó ayer a un compromiso político con el partido Movimiento hacia el Socialismo (MAS) de Morales que llevará al país a nuevas elecciones hacia fines de Abril 2020.
Por DMB | lapatilla.com
Los partidarios de Morales acordaron eliminar los obstáculos, mientras que la administración de Añez prometió retirar al ejército de las calles.
Los disturbios estallaron poco después de las elecciones, y luego se centraron en La Paz y Cochabamba, donde los partidarios de Morales habían exigido su regreso. La tensión alcanzó su punto máximo la semana pasada cuando los manifestantes bloquearon la terminal de combustible de Senkata en El Alto, a las afueras de La Paz.
Reseña la agencia Argus, que el levantamiento de los bloqueos de carreteras ha permitido a los técnicos acceder al gasoducto Carrasco-Cochabamba que fue saboteado a principios de noviembre, presuntamente por partidarios de Morales poco después de huir a México, donde se le dio asilo político. Alrededor de 200 metros del ducto doméstico sufrieron daños, según la empresa estatal de petróleo y gas de Bolivia, YPFB.
El Ministerio de Defensa de Bolivia informó que los agricultores acordaron permitir que los trabajadores de YPFB accedan a la tubería y realicen reparaciones.
El oleoducto abastece a la planta de urea y amoníaco Bulo Bulo 700,000 t / año en la región de la selva de Cochabamba. YPFB dijo que era demasiado pronto para determinar cuánto tiempo se necesitaría para arreglar la línea.
La planta había estado produciendo a una capacidad reducida desde finales de octubre debido a los obstáculos que impedían que el suministro de urea llegara al vecino Brasil.
YPFB firmó un acuerdo comercial el 15 de octubre con Acron de Rusia para proporcionar gas natural para la producción de urea en una planta que la compañía rusa opera en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul. Según el contrato, Acron ayudará a distribuir la urea de la planta boliviana.
Los disturbios en Bolivia no afectaron las exportaciones de gasoducto del país a Brasil y Argentina, que representan la mayor parte de los ingresos del gobierno. YPFB había advertido a sus contrapartes en ambos países el 11 de noviembre de posibles interrupciones, pero estas nunca se materializaron. Las operaciones de compañías extranjeras, incluidas Repsol de España, Total de Francia, Shell y Gazprom de Rusia, no se vieron afectadas en gran medida.