Javier Orlando Ramírez Uribe, es un joven proactivo, quien hoy por hoy vive la realidad de un sueño que desde niño visionó mirando hacia el cielo. Según cifras de distintas organizaciones internacionales, por cada 20 aviones comerciales que atraviesan el cielo en todo el mundo solo uno es piloteado por un joven piloto.
Javier Ramírez, nunca le tuvo miedo a las estadísticas y se ilusiona con comandar uno de cada día. Con gran experiencia, a su cortísima edad, 19 años, este joven piloto venezolano, es referencia que soñar no es solo una utopía, todo se puede lograr. Javier Ramírez, ya tiene en su hoja de vida más de 700 horas de vuelo, “soy instructor de vuelo full time, vuelo aviones privados part time y disfruto cada segundo que paso en un avión. Ha sido una gran experiencia tener alumnos de todas partes del mundo, de todas las edades, cada vuelo es diferente para mí. Mi siguiente meta es volar aviones de línea aérea como American Airlines” sentenció.
“Crecí aprendiendo todo lo que tenía que ver con aviones, todos mis juguetes eran aviones, tuve mi primer simulador de vuelo a los 8 años. En él pasaba alrededor de 5 horas cada día, quería que todo mi entorno fuera aviación, contactaba escuelas de vuelos desde los 11 años, mi adolescencia estuvo llena de visita a museos de aviación, entrevistaba a varios pilotos conocidos, visitaba aeropuertos solo por diversión, en fin, me pase todos los años de secundaria queriendo que llegara el día de poder empezar mi entrenamiento de piloto. Justo al terminar la secundaria, con solo 16 años de edad, inicié el curso de piloto privado en Valencia, Venezuela. Siempre fui el más joven en la clase, pocos meses después realice mi primer vuelo solo en un Cessna 172, una experiencia indescriptible, fui capaz de despegar un avión solo, ascender a más de 3000 pies de altura, aterrizar, etc. y aún no tenía la edad para conducir un auto, cumplí con todos los requisitos para obtener mi licencia antes de lo planeado, tuve que esperar cumplir 18 años para que la agencia de aviación me pudiera otorgar la misma, era el día que había siempre esperado, comentó emocionado el joven piloto.
“Solo meses después vine a Estados Unidos a seguir con el mismo sueno, -continúa diciendo- empecé a volar en el aeropuerto ejecutivo de Fort Lauderdale, uno de los aeropuertos ejecutivos más grandes y ocupados de Estados Unidos, realicé la habilitación de vuelo instrumental en un par de meses, obtuve la licencia de piloto comercial, todo en menos de un año de haberme hecho piloto privado. Mi pasión era tan grande que para mí era necesario estar volando varias horas al día, encontré la manera de realizarlo y luego de muchísimo estudio y dedicación, me convertí en Instructor de vuelo. Obtuve las habilitaciones pertinentes para enseñar a pilotos de todos los niveles de experiencia”, remató diciendo.
El joven Javier Ramírez en la actualidad es piloto comercial con la capacidad de volar cualquier avión, certificado para dar clases de teoría, lecciones de simulador y lecciones de vuelo desde los niveles más básicos (Private Pilot), niveles intermedios (instrument rating), niveles avanzados como piloto comercial y pilotos de línea aérea (ATP).
Sin duda, Javier Ramírez es un buen ejemplo de perseverancia, disciplina, talento y dedicación por lo que ama. El vuela tan alto como sus sueños, hoy hechos realidad.
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