Turquía se opondrá al plan de la OTAN para la defensa de los países bálticos si la alianza no reconoce a los grupos que Turquía considera terroristas, dijo el presidente turco Tayyip Erdogan el martes, antes de la cumbre de la alianza de la OTAN en Londres.
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Las relaciones entre Turquía y sus aliados de la OTAN se han tensado por una serie de cuestiones, que van desde la decisión de Ankara de adquirir sistemas rusos de defensa antiaérea hasta la estrategia sobre Siria. Varios miembros de la OTAN condenaron la decisión de Turquía de lanzar una ofensiva en el noreste de Siria contra la milicia kurda del YPG.
Ankara se ha negado a apoyar un plan de defensa de la OTAN para el Báltico y Polonia hasta que reciba más apoyo para su conflicto con el YPG, al que considera una organización terrorista.
Antes de salir de viaje para la cumbre de la OTAN, Erdogan dijo que había hablado por teléfono con el presidente polaco Andrzej Duda el lunes y que había acordado reunirse con él y con líderes de los países bálticos en Londres para discutir el asunto.
“Con mucho gusto, podemos reunirnos y discutir estos temas allí también”, dijo. “Pero si nuestros amigos de la OTAN no reconocen como organizaciones terroristas a las que nosotros así consideramos (…) nos opondremos a cualquier paso que se dé en la región”.
Una fuente de seguridad turca dijo el lunes que Turquía no está “chantajeando” a la OTAN con su rechazo de los planes y que tiene pleno derecho de veto dentro de la alianza.
Se espera que Turquía, Francia, Alemania y Reino Unido celebren una reunión separada al margen de la cumbre de la OTAN. Erdogan dijo que discutirían principalmente los planes turcos para establecer una zona segura en el noreste de Siria, que hasta ahora ha sido objeto de críticas por parte de los aliados europeos de Ankara.
Por otra parte, Turquía ha estado en desacuerdo con Grecia y Chipre en cuanto a la propiedad de los recursos naturales en el Mediterráneo oriental. Erdogan dijo que también se reunirá con el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis en Londres.
Con información de Reuters