Veraz…
¿Decreto de guerra a muerte en el @TSJ_Legitimo?
Por Robert Alvarado (@robertveraz)
Sin piedad la justicia se torna crueldad. Y la piedad sin justicia, es debilidad. Pietro Metastasio
Mis respetados colegas Ángel Bellorín y José Luis Centeno tan pronto se instaló el TSJ en el exterior alertaron sobre vicios de inconstitucionalidad, sobre la ilegalidad que se cernía sobre las actuaciones de quienes hoy protagonizan un espectáculo poco agradable, no obstante hay que tomar partido y recordando un viejo proverbio chino, que dice: “ante la duda actúa”, tomo partido por el profesor Tony Marval. ¿Por qué?
Antes que todo debo aclarar que yo no soy xenófobo, estoy consciente de que la pugna es entre dos connotados carabobeños, y uno de ellos hace forzoso tocar un tema poco grato, a mi modo de ver, la poco transparencia con que se ha manejado lo referente a la doble nacionalidad de Miguel Ángel Martín, la Asamblea Nacional de Venezuela nunca emitió un pronunciamiento serio al respecto y el mismo cuestionado no convenció con aquello de haber renunciado a su nacionalidad española, al menos a mi no me convenció con aquella cartica que hizo pública.
Nadie puede exigir rectitud si adolece de la misma, digo esto porque tenemos un secretismo que al parecer debe extenderse en el tiempo contra toda lógica razonable, como sucedió con Maduro, bueno sí él es colombiano pero como me moja la mano o me mata el hambre vamos a permitir que siga gobernándonos, esa es la realidad, no hay otra, permitida por la clase política del país que hoy enfila sus baterías contra Antonio Marval llamándolo autoproclamado, cuando nunca los vi diciendo lo mismo de Nicolás Maduro.
Por simplista que parezca la cuestión se reduce a la falta de transparencia, de honestidad, de quienes como Miguel Ángel Martín no les importaría arrojar dudas sobre su honorabilidad con tal de ocupar el puesto que detentaba, lo mismo se pudiese decir de Tony Marval, con una gran diferencia, sobre él no existen dudas que impliquen aspectos que lo inhabilitarían para el ejercicio del cargo para el cual fue elegido en la oportunidad que Miguel Ángel Martín Tortabu declinó a su reelección.
Llaman autoproclamado a Tony Marval alegando la inexistencia del quórum reglamentario, plantear eso me parece suicida luego que se sostuvo que por ser un caso inédito en la historia de la humanidad, el @TSJ_Legitimo afrontaría grandes retos que conllevarían a sentar nuevos precedentes legales, funcionales y orgánicos en el ámbito judicial, jurisprudencial y pare de contar, una amplitud de criterio que parece achicarse cuando se puso sobre el tapete el tema de la alternabilidad dentro de esa instancia, quiere decir que no todos los retos se están asumiendo con la misma disposición.
En el fondo el @TSJ_Legitimo no pudo escapar a la pugna por el poder, que no pugna política, existente en el país, aquí las parcelas de poder están bien definidas, desde esas parcelas se procura ejercen dominación y sometimiento de forma perenne, lo vemos en cuanta dependencia oficial hay en el país, si dices que debe elegirse un nuevo Presidente de la República, eres conspirador, terrorista, instigador de la violencia, y cuando propones que en pro de la mejor gobernanza institucional lo mejor es la alternabilidad y lo logras, que más, te dicen autoproclamado para deslegitimarte, como está sucediendo con Tony Marval y quienes lo acompañan en la nueva y legitima junta directiva del TSJ en el exterior.
En este punto retomamos lo de la doble nacionalidad de Miguel Ángel Martín Tortabu, porque el no dejó claro cómo y cuándo dejó de ser ciudadano Español, quiere decir que si eso no está claro ni en la institución que dirigió entonces es tan Español como Maduro Colombiano, entonces es tiempo que se ponga fin a una incertidumbre que afecta mucho más a esta instancia que asumir la alternabilidad planteada para renovar la directiva del @TSJ_Legitimo, no asumirlo así es cinismo puro y duro.
La nacionalidad española de Miguel Ángel Martín Tortabu consta en su Documento Nacional de Identidad (DNI), número 51558670F, eso está evidenciado y documentado por la mismísima Asamblea Nacional de Venezuela, no así que esa nacionalidad haya sido dejado sin efecto con todas las de la ley, reiteró, asumir eso así como si nada y permitir que este señor siga como Magistrado de la República es una contrariedad propia del jueguito de campeón y subcampeón al que nos quiere acostumbrar la falsa oposición venezolana.
Si queremos instituciones sanas, con la majestuosidad inherente a las mismas, dejémonos las urticarias, entendamos como promisorios los cambios antes de abortarlos o censurarlos apelando al estricto sentido de la ley cuando esa ley se aplica injustamente sólo a quien va contra el status quo, contra ese sí se apela la pureza de la ley y los procedimientos, no así para quien cojeando se posiciona por encima de la ley, sin pararle a su doble nacionalidad, como por designio divino, y todo supuestamente para garantizar la recuperación de la democracia y la libertad en Venezuela.
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