Robin, una joven china, se pasa las horas chateando con su ‘novio’, quien siempre está dispuesto a escuchar sus problemas, mientras que ella le pague.
La estudiante de 19 años se ha gastado más de 1.000 yuanes (150 dólares) hablando con “novios virtuales”.
No se trata de simples conversaciones sobre sexo en línea, sino que los hombres cobran por estas charlas amistosas o para ligar en internet que pueden ir desde simples llamadas de despertador hasta largos intercambios de mensajes de texto y vídeo.
“Si alguien está dispuesto a acompañarme y hablar, estoy dispuesta a gastarme el dinero”, dice Robin, que prefiere no dar su nombre verdadero.
La opción para este tipo de intimidad de pago ha ganado popularidad entre las jóvenes de ingresos medios en China, que suelen centrarse más en sus carreras y no tienen planes inmediatos de casarse o de crear una familia.
Este comercio de amigos virtuales y de parejas se pueden encontrar en la aplicación de mensajería china WeChat o en portales de e-comercio, como Taobao.
Varios de estos compañeros virtuales dijeron a la AFP que la mayoría de sus clientes son mujeres solteras de una veintena de años con importantes ingresos.
Durante el día, el joven Zhuansun Xu de 22 años es un vendedor de divisas en Pekín. Durante la noche, chatea con clientas que le pagan para que se convierta en su “novio”, lo que ha hecho durante el pasado año.
Las chicas se acercan a Zhuansun con diferentes necesidades –algunas quieren la opinión de un amigo, otras tienen requerimientos más románticos.
“Cuando interactuamos, me digo: soy realmente su novio y por tanto cómo puedo tratarla bien”, confiesa a la AFP.
“Pero una vez que hemos terminado, paro de pensar en ello”.
– “Sentimientos de amor” –
Los precios empiezan en unos pocos yuanes por media hora de intercambio de mensajes de texto y pueden alcanzar miles de yuanes por acompañar a través de llamadas telefónicas durante un mes.
“La gente ha ideado cómo mercantilizar la afección”, dice Chris K.K. Tan, profesor asociado de la Universidad de Nanjing, que ha investigado el fenómeno.
“Esta es una nueva forma de llegar a la edad adulta sin precedentes para las mujeres en China”, dice Tan.
En el pasado, para muchas chicas era simplemente imposible tener un romance.
Sandy To, un sociólogo de la Universidad de Hong Kong, dice que, en la muy patriarcal sociedad china, el matrimonio era una obligación.
Pero la política del hijo único –que se introdujo en 1979 y limitó el tamaño de la mayoría de las familias– ha creado una “generación de mujeres llenas de confianza en sí mismas y con recursos”, dice Tan.
La preferencia por los niños multiplicó abortos selectivos y el abandono de niñas, lo que ha convertido a China en el país más desigual por género del planeta. En 2018 la proporción era de 114 hombres por 100 mujeres.
Para muchas mujeres, la política cambió la dinámica familiar.
Muchos padres de niñas las educaron como si fueran “chicos”, dice Roseann Lake, autora de un libro sobre mujeres solteras en China.
“Fueron educadas para tener todas las cosas que tradicionalmente ofrecían los hombres, como una casa o seguridad financiera”, dice la experta.
Lisa, una ejecutiva de 28 años en ShanghÁi, ha alquilado compañeros virtuales para simular escenarios románticos a través de mensajes de texto.
“Evidentemente que había sentimientos amorosos, al simular que estaba enamorada”, dice esta joven que oculta su nombre verdadero.
“Como estaba simplemente comprando un servicio, no me siento culpable con gente real”, admite.
– Satisfacción emocional –
En el Foro Económico Mundial de 2018, un informe sobre la brecha de género situó a China en el puesto 103 de 149 países en cuanto a desigualdades entre hombres y mujeres.
Sin embargo, el índice sube a 86 si solo se tienen en cuenta la participación económica y las oportunidades.
En China, a medida que mejora su situación económica, menos mujeres se casan.
La tasa de matrimonios en China por año ha ido cayendo en los últimos cinco años. El año pasado era de 7,2 por 1.000 personas, según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Una vez que sus necesidades básicas están garantizadas, más mujeres buscan satisfacer su necesidad “emocional y de autorrealización”, dice Lake.
Aunque materialmente están mucho mejor, la vida de muchas mujeres en la ciudad es de “aislamiento”, dice Tan.
La mayoría ha pasado su juventud estudiando para los exigentes exámenes de acceso a la universidad, impidiéndoles desarrollar relaciones fuera del colegio.
Por eso comprar compañeros virtuales es “su oportunidad de experimentar con el amor y las relaciones”, dice.
Para Robin y Lisa, los compañeros virtuales son atractivos porque son relaciones prácticas.
“Si tuviera estrés psicológico serio, podría hacer pensar a la gente que soy quisquillosa”, dice Robin.
“Pero como pago (a los compañeros virtuales), tienen que tranquilizarme”. AFP