Retiran a vendedores informales de puntos estratégicos en La Parada

Retiran a vendedores informales de puntos estratégicos en La Parada

Cerca de 70 trabajadores, la mayoría de nacionalidad venezolana, se han visto afectados con la medida. (Foto: J. Maldonado)

 

Desde tempranas horas de la mañana y hasta entrada la noche, se observa a grupos de la Policía de Colombia recorriendo la vía que conecta con el puente internacional Simón Bolívar, para retirar a los vendedores informales que solían armar sus puestos en las aceras y parte de la vía.

Por Jonathan Maldonado / lanacionweb.com





La medida tiene como objetivo, según funcionarios consultados, mantener despejada una arteria vial que ha registrado en los últimos días fuertes colapsos a causa del masivo número de venezolanos que entran y salen por este tramo binacional.

Esta estrategia, aplicada por las autoridades neogranadinas, no ha sido del agrado del amplio grupo que usaba estos espacios, pues no saben dónde acomodarse y se ven en la necesidad de desandar las calles para ofrecer sus productos.

“Es muy drástica”, con esta frase Gonzalo Carmona, “jalador” de cabello y asesor de viajes, califica la medida. “Ha afectado nuestros ingresos, nuestro trabajo. No nos permiten circular por esta vía -la que conecta con el puente-, nos mantienen ubicados en la salida, lo más lejos posible”, aseveró el venezolano, oriundo de Barlovento.

Carmona estima que al menos 70 trabajadores, entre vendedores de refrescos, golosinas, “jaladores” y asesores, se han visto perjudicados. “Le estamos rogando a Dios para que nos permitan volver, pues es una época donde necesitamos reunir para comprar los regalos de nuestros hijos”, aseveró.

“Somos muchos los afectados”

Mariela Losada, venezolana, tiene varios meses en La Parada, dedicada a la informalidad. “Aparentemente, nos retiraron porque necesitan espacio para que el gran tránsito de ciudadanos, que se registra por la época, no se vea obstruido”, recalcó.

Losada ha buscado la forma de salir adelante. “Camino toda el área, doy muchas vueltas, hasta que consigo un cliente”, precisó quien es “jaladora” de cabello en las mañanas y vendedora de galletas en las tardes.

“Mucha gente vive del día a día, y con eso es que pagan el alquiler, comen”, puntualizó algo decepcionada con la decisión que tomó el vecino país en tan concurrida área comercial.