La Justicia chilena condenó este martes a tres agentes de Carabineros (policía militarizada) a 11 años de prisión por tráfico de drogas, delito cometido en abril de 2018 por el que se incautaron un total de 700 kilogramos entre cocaína y cannabis.
Los agentes José Eugenio Campusano, Francisco Andrés Parra y Rodrigo Iván Villagrán, que ya se encontraban suspendidos de sus cargos, fueron además inhabilitados perpetuamente para ejercer oficios públicos, inhabilitados para realizar profesiones titulares mientras duren las condenas y obligados a pagar una multa de 40 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes actualmente a unos 2.600 dólares.
Según la sentencia del Sexto Tribunal Oral Penal de Santiago los miembros de la Policía uniformada eran parte de una red que quitaba droga a otros narcotraficantes para luego comercializarla en la comuna (municipio) de San Joaquín, localidad situada en el sector sureste de la capital chilena.
La operación, desmantelada por la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile el 2 de abril de 2018, interceptó la carga de narcóticos en un inmueble tras haber sido transportados por un vehículo bajo el control de los agentes José Eugenio Campusano, Francisco Andrés Parra y Rodrigo Iván Villagrán.
En el inmueble se encontraban otros dos hombres, uno de los cuales se intentó dar a la fuga, pero que finalmente fueron también detenidos en las inmedaciones del domicilio.
Los dos hombres que sirvieron como cómplices de los funcionarios policiales, Gavino Enrique Castro y Daniel Elías Morales, fueron condenados a 9 años de prisión, inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, inhabilitación absoluta para ejercer profesiones titulares mientras duren las condenas y el pago de una multa de 40 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes actualmente a unos 2.600 dólares.
Según indica la sentencia, en el inmueble se incautaron una “gran cantidad de contenedores con droga” con un total 700 kilogramos (688 de cocaína y 12 de cannabis sativa). EFE