Irán prometió el viernes vengar la muerte del general Qasem Soleimani, el comandante de las fuerzas Quds de élite y arquitecto de la creciente influencia militar de la república islámica en Oriente Medio, quien pereció en un ataque aéreo lanzado por Estados Unidos en Irak.
Soleimani era considerado como la segunda figura más prominente en Irán después del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.
El ataque ocurrido durante la madrugada, autorizado por el presidente Donald Trump, representa una dramática escalada en el enfrentamiento en Oriente Medio entre Irán, Estados Unidos y sus aliados, principalmente Israel y Arabia Saudita.
El principal comandante de las milicias de Irak, Abu Mahdi al-Muhandis, un colaborador de Soleimani, también murió en el ataque.
Irán mantiene un prolongado conflicto con Estados Unidos que se agudizó la semana pasada por un ataque a la embajada estadounidense en Irak por parte de milicianos apoyados por la república islámica, ocurrido tras un bombardeo de las fuerzas de Washington a la milicia Kataeb Hezbolá, fundada por Muhandis.
En respuesta al ataque, el primer ministro de Irak dijo que Washington había violado un acuerdo de mantener a las tropas estadounidenses fuera del país. Israel colocó a sus fuerzas militares bajo alerta máxima, mientras que Reino Unido y Francia expresaron su preocupación por el enfrentamiento.
El Pentágono dijo que el “Ejército de Estados Unidos tomó una acción defensiva para proteger al personal estadounidense en el exterior al matar a Qassem Soleimani” y que el operativo fue ordenado por Trump para frustrar futuros planes militares de Irán.
Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que Soleimani murió en un operativo con un dron. Las Guardias Revolucionarias de Irán dijeron que el ataque fue llevado a cabo por helicópteros estadounidenses.
El temor a una eventual interrupción de los suministros de petróleo procedentes de Oriente Medio empujó el precio del barril en casi 3 dólares el viernes. A las 1044 GMT, el crudo Brent se disparaba en 4,45%.
Jamenei dijo que una “dura venganza” esperaba a los “criminales” que mataron a Soleimani. Su muerte, si bien amarga, duplicará la motivación de la resistencia contra Estados Unidos e Israel, indicó.
En un comunicado divulgado por la televisión estatal, el líder supremo declaró tres días de duelo nacional en Irán.
En tanto, la embajada estadounidense en Bagdad instó a los ciudadanos estadounidenses a dejar Irak de inmediato.
“LOS HÉROES NUNCA MUEREN”
Soleimani lideraba las Fuerzas Quds, la unidad de operaciones en el exterior de las Guardias Revolucionarias, y que tenía un rol clave en el conflicto en Siria e Irak.
Por más de dos décadas estuvo al frente de los proyectos para incrementar la influencia militar de la república islámica en Oriente Medio, adquiriendo el estatus de celebridad tanto en Irán como en el exterior.
Presentadores de televisión iraníes vistieron de negro para transmitir imágenes de Soleimani observando el desierto con binoculares y saludando a un soldado, y videos de Muhandis hablando con sus seguidores.
El presidente Hassan Rouhani dijo que su muerte haría a Irán un país más determinado a resistir a Estados Unidos, mientras que las Guardias Revolucionarias afirmaron que los grupos anti estadounidenses buscarían una venganza en todo el mundo musulmán.
Cientos de iraníes marcharon hacia el complejo de Jamenei en el centro de Teherán para presentar sus condolencias.
“No soy una persona que está a favor del régimen, pero me gustaba Soleimani. Era valiente y amaba Irán, lamento mucho su partida”, dijo Mina Khosrozadeh, una residente de Teherán.
En la ciudad de origen de Soleimani, Kermán, las personas vistieron negro para congregarse frente a la casa de su padre, llorando mientras escuchaban recitar versos del Corán.
“Los héroes nunca mueren. No puede ser verdad. Qassem Soleimani vivirá siempre”, dijo Mohammad Reza Seraj, un profesor de escuela secundaria. Reuters