El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, conversó este lunes con el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, para “profundizar la cooperación” de cara a la “resolución de la crisis humanitaria” en Venezuela y el “fortalecimiento de las instituciones democráticas” en la región.
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“El secretario Pompeo y el presidente electo Pou discutieron expandir la implicación económica bilateral y profundizar la cooperación para resolver la crisis humanitaria provocada por (el presidente Nicolás) Maduro en Venezuela”, indicó Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado.
Pompeo remarcó, además, a Lacalle Pou “el deseo de EE.UU. de desarrollar una alianza más estrecha con Uruguay basada en el compromiso mutuo de fortalecer las instituciones democráticas y de seguridad en la región”.
La llamada se produce apenas un día después de la convulsa jornada de este domingo en Caracas, donde los diputados chavistas de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) eligieron como presidente del organismo a Luis Parra, antiguo miembro del partido opositor Primero Justicia.
Lacalle Pou, quien asumirá la Presidencia de Uruguay el próximo 1 de marzo, calificó lo sucedido este domingo en Venezuela de “golpe a la institucionalidad democrática”.
“Los hechos acontecidos en Venezuela impidiendo el normal funcionamiento de la Asamblea Nacional constituyen un nuevo golpe a la institucionalidad democrática, demostrando una vez más las maniobras del régimen de Maduro para centralizar el poder, violentando la voluntad popular”, escribió en su cuenta de Twitter.
En el debate en la AN en Caracas no participaron ni Juan Guaidó, líder opositor reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 60 países entre ellos EE.UU. pero no por Uruguay, ni un grupo de diputados opositores, retenidos durante horas por la Policía en los alrededores del Palacio Legislativo de Venezuela.
El resultado fue calificado por el equipo de Guaidó como un “golpe al Parlamento”, puesto que quienes lo eligieron lo hicieron “sin votos ni quorum”.
Guaidó aspiraba a ser reelegido presidente de la AN, cargo que ocupaba desde el año pasado y que le permitió juramentarse como presidente encargado basándose en una interpretación de la Constitución venezolana, para poder mantener el pulso al régimen de Nicolás Maduro, que retiene el poder efectivo del Estado venezolano.
Horas después de la elección de Parra, Guaidó abrió una sesión improvisada en la que un centenar de legisladores de oposición aprobó su reelección como jefe del Parlamento.
Con información de EFE