“Las muertes evitables de recién nacidos han aumentado desde el 2015, como en ningún otro país de América Latina. A esos bebés se les quedó debiendo protección, sea cual sea la excusa”, afirmó la experta en nutrición Susana Raffalli.
“Adultos que no comieron bien en su infancia tendrán mermadas sus capacidades y serán menos productivos a lo largo de la vida por la desnutrición”, dijo.
“Algunos no llegan a plena edad productiva por muerte asociada a desnutrición y, entre quienes la sobreviven, las pérdidas se calculan a partir de la menor cantidad de años de educación que logran alcanzar y la precariedad laboral en la que caen”, destacó.
Advierte que “lo programas sociales” que aplica el gobierno no son eficientes y que “los países con los sistemas de protección social más avanzados usan transferencias electrónicas automatizadas en tarjetas de pago y telefonía celular. El problema no es la tarjeta, sino su mala asignación y propósito”, señaló Raffalli.
Crisis en el hospital de niños
Otro de los dramas que viven las madres venezolanas es no tener acceso al sistema de salud pública porque los hospitales carecen de insumos.
En la lapidaria actualización del informe sobre la crisis en el sector salud realizado por la ONU, Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos, afirmó que en el último mes murieron en el JM de los Ríos tres niñas en el servicio de hematología y un niño hospitalizado en el área de oncología.
De acuerdo con el equipo de Bachelet 39 niños y niñas necesitan un trasplante de médula ósea: 15 se encuentran en una situación crítica, mientras que 11,9% de los niños y niñas muestran señales de malnutrición aguda.
32,6% de los menores de edad en Venezuela presenta retardo en el crecimiento. A esto se suma que 48,5% de las embarazadas atendidas por Cáritas tiene deficiencias nutricionales, según la ONG.
Con información de laverdaddevargas.com