El coordinador general de la Mesa Social de Caracas, Benito Urrea, deploró que miembros del Ejército venezolano tuvieran como objetivo principal el pasado domingo 5 de enero impedir que la mayoría democrática accediera al Salón de sesiones de la Asamblea Nacional a propósito de la instalación de la nueva directiva en el Parlamento nacional. “Pedimos al Ministro de la defensa, Padrino López, una explicación del por qué de esa actuación de nuestro ejército que está obligado a hacer cumplir la Constitución, pero contrariamente se dedicó a obstaculizarla”.
Condenó la realización de dos actos de instalación en lo que, por una parte se decía que se contaban con la presencia de más de ochenta parlamentarios mientras que en el otro acto se dijo que se encontraban presentes cien diputados. “Estas cuentas no cuadran y eso tiene que ser aclarado de inmediato”.
Manifestó su preocupación por la actuación en estos hechos de un grupo de ex parlamentarios oficialistas, quienes se incorporaron a la Asamblea Nacional a finales del año pasado sin tener derecho a ello, según el acuerdo que hizo la Mesa de diálogo nacional de partidos minoritarios que se encuentra en conversaciones con el gobierno nacional, subrayando que ellos “perdieron su investidura por haber aceptado cargos ministeriales, así como también haber sido postulados a la Asamblea nacional constituyente, con lo que, tal como lo señala el texto constitucional, ya no tienen la condición de parlamentarios”.
A su juicio, lo ocurrido el pasado domingo “fue una maniobra de estos diputados que se aliaron con otro grupo de parlamentarios que están siendo investigados por hechos de corrupción en la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, relacionados con las cajas del Clap” y que en su opinión tuvo como resultado la elección de “una directiva en franca violación de todas las normas del Reglamento de interior y debate del Poder Legislativo”.
Urrea reconoció el talante de tolerancia del Parlamento venezolano al aceptar la incorporación de los ex parlamentarios oficialistas en aquel momento, por la prioridad que existe en la búsqueda del nombramiento de un Consejo Nacional Electoral, CNE “razonable, creíble, satisfactorio para todos y que permitiera la realización de unas elecciones limpias”.
Agregó que lo ocurrido el pasado domingo repercutió en el mundo entero, provocando el rechazo de Europa, El grupo de Lima, Estados Unidos; Naciones Unidas “y de países que se suponían identificados con Maduro y su gobierno como México, Uruguay y Argentina”.
Hizo un llamado de alerta a la unidad de todos los sectores políticos venezolanos que promueven la democracia, señalando además que la Mesa Social de Caracas actúa bajo la línea programática de “defensa a todo trance de los valores de la democracia”, concluyó.