La conexión rusa entre el avión ucraniano derribado y el vuelo MH17 de Malaysia Airlines

La conexión rusa entre el avión ucraniano derribado y el vuelo MH17 de Malaysia Airlines

El vuelo MH17 de Malaysia Airlines destruido en 2014 tiene conexión con el avión ucraniano en Irán. | Foto: Infobae

 

Al anunciar este jueves que, según información preliminar, Irán había derribado el avión de Ukraine International Airlines, el primer ministro canadiense Justin Trudeau indicó que había hablado con su par de los Países Bajos, Mark Rutte, sobre su experiencia con la investigación del ataque al vuelo MH17 de Malaysia Airlines.

Por Infobae





Es que de la misma manera en que 63 canadienses perdieron la vida en la madrugada del viernes, 196 de los 298 pasajeros fallecidos del vuelo de la aerolínea malaya eran de origen neerlandés. Y, de confirmarse la evidencia disponible con respecto al que tuvo lugar el miércoles, ambos sucesos estarían conectados por un otro factor común: el origen ruso de los sistemas de misiles antiaéreos utilizado para derribar las aeronaves. En el primer caso fue un 9M38, y en el segundo un Tor-M1.

Autoridades de los países bajos, que lideraron la investigación del caso MH 17, concluyeron que el Boeing 777-200ER que volaba de Amsterdam a Kuala Lumpur se estrelló en Ucrania tras ser alcanzado por un misil lanzado por un Buk ruso. Indicaron que fue disparado por la 53 brigada antiaérea rusa, trasladada desde su base de Kursk hasta territorio ucraniano controlado por los separatistas ucranianos pro-rusos.

“Después del lanzamiento, fue devuelto a la Federación Rusa”, declaró al respecto en conferencia de prensa Wilbert Paulissen, jefe del departamento de investigaciones criminales de la policía nacional. La hipótesis fue confirmada por la entonces vice canciller ucraniana, Olena Zerkal, quien aseguró que era imposible que los sistemas antiaéreos rusos se movieran sin la autorización de los altos mandos militares de ese país.

Por el hecho fueron acusados oficialmente tres rusos y un ucraniano: Igor Girkin, Sergey Dubinskiy, Oleg Pulatov y Leonid Karchenko, respectivamente. Se emitieron órdenes internacionales de arresto, pero estas nunca fueron puestas en práctica porque Rusia no extradita a sus nacionales.

Girkin era un antiguo coronel del FSB ruso (el nombre actual del antiguo KGB) reconvertido en ministro de Defensa de los separatistas pro-rusos de la región de Donetsk. Dubinskiy era el jefe de la inteligencia militar de Donetsk, mientras Pulatov era su segundo. El ucraniano Karchenko era el jefe de un batallón de reconocimiento de la misma región.

Rusia, por su parte, siempre dio versiones distintas de lo sucedido: desde que el vuelo había sido derribado por un avión de combate ucraniano hasta una supuesta explosión interna. Ninguna fue comprobada. También se quejó de no haber podido participar de la investigación internacional, de la que sí formaron parte delegaciones ucranianas (país donde cayó la aeronave), belgas (también había pasajeros de esa nación) y malayas (por la bandera de la aerolínea).

El vuelo de Ukraine International Airlines, en tanto, habría sido derribado por un misil tierra-aire Tor-M1 construido en Rusia, conocido por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como Gauntlet. El Tor-M1 es un sistema de misil superficie-aire, de altitud baja a mediana, de corto alcance diseñado para atacar aviones, helicópteros, misiles crucero y drones, entre otros. Fue diseñado en época de la Unión Soviética bajo la denominación GRAU 9K330, aunque comúnmente es conocido por la designación que le atribuyó la OTAN.

En enero de 2007 Rusia concluyó el suministro a Irán de los 29 sistemas de defensa antiaérea Tor en virtud del contrato suscrito por ambos países a finales de 2005, pese a la fuerte condena de la comunidad internacional, con Israel y Estados Unidos a la cabeza.

Inicialmente, el régimen de Teherán se apresuró a instalar una poco creíble teoría sobre un incendio en una turbina. Pero esta quedó casi descartada por diferentes análisis de imágenes y de los restos.

Entre los reportes de la comunidad internacional que sostienen lo contrario sobresale un reporte del Pentágono, que indica que el sistema anti-aéreo iraní aún estaba activo en las zonas sensibles del país, dado que temía represalias instantáneas por parte de Estados Unidos a los ataques a dos de sus bases que habían tenido lugar horas antes. El contraataque nunca se produjo, pero las bases defensivas del régimen se mantuvieron alerta.

Horas después de que Trudeau realizara el anuncio, autoridades iraníes solicitaron que se les compartiera la información que había derivado en dicha conclusión. En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores iraní habló de “ciertas puestas en escena dudosas” e invitó a Boeing -fabricante del avión ucraniano- a ser parte de la investigación.

Canadá no ha confirmado contactos por el régimen iraní, pero Trudeau indicó que sí se comunicó con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski -cuyo gobierno también sospecha que Teherán estuvo detrás de la caída del avión comercial con 176 personas a bordo- para expresarle su preocupación y las condolencias por la catástrofe aérea.

Además de los 63 canadienses -un tercio del total de los pasajeros. murieron 82 iraníes, 11 ucranianos (incluidos los 9 tripulantes), 10 suecos, 4 afganos, 2 alemanes y 3 británicos. La cantidad de canadienses presentes se explica por el hecho de que en el país reside una importante comunidad de expatriados iraníes. Y al no existir vuelo directo entre ese país e Irán, la ruta vía Kiev es una de las más utilizadas por quienes viajan a visitar a sus familiares radicados en ambos países. Según informó el propio Trudeau, 138 de los 176 pasajeros del vuelo PS752 de Ukranian tenían pasajes para tomar un vuelo de conexión desde el aeropuerto de Kiev rumbo a Canadá.

En el avión viajaban muchos estudiantes y académicos residentes en Canadá que habían ido a Irán a pasar las fiestas de Navidad y Año nuevo con sus familias y regresaban a su ciudad de residencia en el país norteamericano.

Consultado respecto a cómo respondería su gobierno, Trudeau señaló que su administración estaba “evaluando” esa réplica y que la definirá una vez que se determine si fue un accidente o no. Además, afirmó que contemplará la aplicación de sanciones si Irán se niega a permitir “una investigación segura y completa”.