La Alianza Nacional Constituyente Originaria ANCO, organización de la Sociedad Civil, no partidista se solidariza plenamente con la CEV y recibe con gran regocijo, justificada fe y esperanza, la exhortación que una vez más hace el Episcopado Venezolano durante sus deliberaciones con ocasión de celebrar su reciente CXIII Asamblea y en su CARTA FRATERNAL A LOS VENEZOLANOS, donde dan especial relevancia al derecho constitucional de Autodeterminación de los Pueblos, Participación y Protagonismo Político de los venezolanos consagrados en, los art. 5, 70, 333 y Preámbulo de la Constitución, en la búsqueda de una solución que ponga fin a la grave crisis social, económica y política que se expresa en una “emergencia humanitaria moralmente inaceptable, caracterizada por el menosprecio a la dignidad de la persona humana, pues viola el derecho fundamental a la vida, a la educación, a la salud, a la integridad y al desarrollo” CEV-CXIII Asamblea.
El Episcopado, ratifica su compromiso con el pueblo, en especial con los que más sufren, y en ese sagrado deber pastoral, comulga con la digna y suprema condición humana de que el pueblo es el auténtico sujeto y protagonista del cambio requerido en Venezuela y le alerta a rechazar y ser objeto del engaño y la mentira “por quienes quieren comprar su conciencia con dadivas o con falsas promesas y expectativas” y aboga por el “surgimiento de un nuevo liderazgo político y social para guiar y acompañar a todos hacia un futuro de dignificación, en justicia y libertad”
En este compromiso Monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal en su discurso de instalación hace un llamado a todos los sectores religiosos cristianos a impulsar actividades no violentas de defensa de los derechos humanos y satisfacción de necesidades básicas conculcadas, y claramente expresa: Como creyentes, pero también como ciudadanos, por una parte, contribuir con información y discernimiento a dar cuerpo al necesario protagonismo del pueblo, para considerar si ante tanto sufrimiento y violencia no ha llegado la hora de apostar porque el pueblo decida por sí mismo lo que desea ante tan graves y al parecer insolubles problemas, p. ej. Expresando su voluntad inequívoca, “soberana” por medio de una Consulta Vinculante, como ya el Episcopado ha asomado la posibilidad o conveniencia. Por la otra, para mostrar su firme voluntad de que como primer doliente tiene derecho a ser oído con la fuerza que viene del sufrimiento injusto, proponer que los representantes populares legítimos (ej. el mundo trabajador, empleadores, gremios, estudiantes, sociedad civil organizada) consideren responsablemente la conveniencia de convocar a expresiones de “no violencia” activa presentes en el marco constitucional y en la DSI.
Este acertado llamado de Monseñor Azuaje también es recogido por la CEV en su CARTA FRATERNAL A LOS VENEZOLANOS donde resalta y ratifica en el numeral 5 de su orientador y exigente exhortación: “Ante la realidad de un gobierno ilegítimo y fallido, Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo, una vuelta a la Constitución. Ese cambio exige la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima y la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República. Para que sea realmente libre y responda a la voluntad del pueblo soberano, dicha elección postula algunas condiciones indispensables tales como: un nuevo Consejo Electoral imparcial, la actualización del Registro Electoral, el voto de los venezolanos en el exterior y una supervisión de organismos internacionales… igualmente el cese de la Asamblea Nacional Constituyente”. El referido cambio presidencial lo posibilitan los Art. 70 y 71 de la Constitución venezolana.
Estas reiteradas exhortaciones del Episcopado Venezolano, referidas a la necesidad de que el pueblo recupere de manera efectiva el derecho de ejercer la Soberanía Popular y su Poder Originario del que es titular y sea sujeto y protagonista principal del cambio urgente y necesario que los venezolanos claman, recoge el espíritu y esencia de nuestra tradición republicana y los valores y principios que dan razón y soporte a nuestro gentilicio nacional, razón que compromete de manera firme y definitiva a la Alianza Nacional Constituyente Originaria ANCO, a persistir en su lucha y convocatoria a todos los venezolanos a asumir nuestra responsabilidad para convocar a la mayor brevedad a una Gran CONSULTA POPULAR, vinculante, dentro y fuera del país para que el PUEBLO DECIDA la solución y mandato inapelable de obligado cumplimiento que más convenga al interés supremo de la nación; sin participación del CNE al no ser de su competencia y por añadidura encontrarse usurpado por el régimen de facto que ilegalmente conduce el país. Consulta Popular previamente concertada con la Comunidad Internacional y su poder disuasivo para garantizar su convocatoria, realización y cumplimiento del mandato, ante la posibilidad de que la tiranía pretenda no acatarla.
Finalmente reiteramos nuestra solidaridad y acompañamiento a la CEV en su exhortación y aspiración porque se acuda y consulte al pueblo soberano para que decida con su mandato soberano y en ese propósito reafirma su misión apostólica de acompañar a los venezolanos en su lucha por un “Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna”. CBRV.
Comunicado de Prensa