Tal como ocurriera un mes atrás con Justin Trudeau, Boris Johnson, Mark Rutte y Emmanuel Macron, esta vez fueron los mandatarios ruso y sirio a quienes se los sorprendió hablando sobre Donald Trump en una recepción. A diferencia de aquella oportunidad, ahora no se encontraba el presidente norteamericano: la cumbre de jefes de estado era en Damasco. En esta ocasión, Vladimir Putin y Bashar Al Assad fueron quienes se rieron a expensas del hombre fuerte de Washington.
La grabación fue publicada por un periodista de Komsomolskaya Pravda, y muestra el momento en que Al Assad hace un paralelismo entre Trump y el apóstol San Pablo, quien convertido al Cristianismo hizo el camino hacia Damasco, la capital de Siria. Fue durante ese trayecto que según las escrituras, Jesús se le apareció a quien hasta ese momento tenía la misión de matar cristianos. “Pablo, Pablo, ¿por qué me persigues?”, fue de acuerdo al Nuevo Testamento lo que Cristo le preguntó al pagano. A partir de ese momento, Pablo se convirtió en su nuevo apóstol.
“Si Trump llega por este camino (a Damasco), todo se volverá normal con él también”, señaló el jefe del régimen sirio en referencia al personaje bíblico. Putin, quien se encontraba a su lado junto a su traductor escuchó y sonrió al captar la ironía. “Invítalo. Él vendrá”, le replico el ruso. “Estoy preparado”, le replicó el sirio. “Le diré”, concluyó el ex agente de la KGB.
El hecho ocurrió un mes después de que cuatro mandatarios fueran sorprendidos durante una recepción en el Palacio de Buckingham tras la cumbre por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de la que sí participaba Trump. Allí, Trudeau, Macron, Johnson y Rutte, junto a la princesa Ana, hablaron sobre el presidente de los Estados Unidos sin saber que una cámara grababa parte del diálogo.
Con información de Infobae