Una hasta ahora desconocida gira europea en la primavera de 2019 marcó el destino de Luis Parra y otros diputados que hoy pasan por disidentes del grupo de partidos mayoritario de oposición. En Liechtenstein, Bulgaria y Portugal los parlamentarios abogaron en favor de los empresarios colombianos que controlan las importaciones para los Clap. Durante el tour, que incluyó escalas técnicas en Francia, Alemania, Suiza y España, hizo de chaperón un asociado a Saab y su clan, dueño también de la agencia de viaje donde se adquirieron los boletos y se organizó el itinerario. A su regreso los viajeros habían cimentado unas relaciones peligrosas que meses después los alentaron para intentar la toma de la Asamblea Nacional.
Por ROBERTO DENIZ / armando.info
Europa en primavera es, de por sí, un destino de ensueño para cualquier turista. Pero el periplo que un grupo de siete parlamentarios de oposición venezolanos, encabezado por el diputado yaracuyano Luis Parra, completaron en abril de 2019, excedió las expectativas de un viajero promedio.
Desde luego, no viajaron como simples turistas. La gira tenía una razón de ser y por eso se ciñó a los requerimientos de Alex Nain Saab Morán, el empresario colombiano que, junto a su compatriota Álvaro Pulido Vargas, el Gobierno de Nicolás Maduro tiene como sus principales contratistas en diversas áreas, incluyendo los suministros de alimentos importados para los combos de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). Tan así fue, que el propio itinerario y la producción del tour quedaron literalmente a cargo de una agencia de viajes con sede en Bogotá y cuyo propietario es allegado tanto a Saab como a Carlos Lizcano Manrique, el empresario también colombiano que opera las Tiendas Clap.
Al final de la expedición por diferentes capitales del continente, Parra y sus colegas habían sellado su compromiso con el entramado de negocios de los empresarios colombianos, dejando atrás un reguero de certificados de buena conducta con los que querían persuadir a sus destinatarios sobre la inutilidad de cualquier investigación a Saab y sus asociados. Una relación que volvió a ponerse a prueba entre septiembre y octubre de 2019, cuando los diputados debieron activarse para otras gestiones, y que presumiblemente desembocó en la rocambolesca maniobra con la que Parra y otros diputados pretenden haber sustituido en la Asamblea Nacional a su presidente, Juan Guaidó, y al resto de la directiva.
Los diputados, dirigidos por Parra, acumularon millas en Europa con un solo fin: blanquear los negocios del entramado colombiano en algunas de las jurisdicciones que usaban para mover el dinero producto de los millonarios contratos detrás del suministro para el plan estatal de los Clap. En ese abril de 2019 ni Saab ni Pulido Vargas habían sido sancionados todavía por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, una decisión que se anunciaría en julio, en simultáneo con una acusación de lavado de dinero en un tribunal del sur de Florida. Pero, como los torrentes de dinero que fluían en las cuentas de Saab, operadores y empresas allegadas ya generaban suspicacias a autoridades de varios países, la iniciativa tenía un propósito preventivo.
Ni siquiera el cisma vivido en el parlamento nacional, de mayoría opositora, el pasado 5 de enero, o el rol de nuevo jefe de la Asamblea Nacional que ahora Luis Parra se abroga con el aval del chavismo, han destapado los verdaderos motivos de aquel primer periplo. Los protagonistas apenas se han referido a un segundo viaje, al que en su momento hicieron publicidad, que los llevó en mayo de 2019 a Roma y Madrid para actividades de las que sí podían ufanarse: denunciar al exministro de petróleo Rafael Ramírez y al empresario dueño de Globovisión, Raúl Gorrín, entre otros casos célebres de la corrupción oficialista. Sin embargo, nuevos documentos obtenidos por Armando.Info muestran que aquella gira de abril, con Luis Parra a la cabeza, fue un punto de inflexión, decisivo para asentar las relaciones entre los futuros diputados disidentes y Alex Saab.
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