Un cineasta apodado Eyeborg (Rob Spence) logró grabar hasta 30 minutos de película con una prótesis ocular estilo Terminator que se ilumina en rojo y tiene una cámara de video incorporada.
Spence, de 47 años, perdió la vista en su ojo derecho cuando era niño después de un accidente de escopeta. Al extirparse el ojo en 2008, el canadiense decidió reemplazarlo creando una prótesis que contenía una cámara de video, una que pudiera grabar sujetos.
La cámara en la prótesis no está conectada al nervio óptico de Spence, por lo que no restaura la visión en su ojo derecho. Sin embargo, el dispositivo tecnológico puede capturar todo lo que ve y transmitir el video a un receptor desde donde se puede grabar, reproducir en un monitor o cargar en línea.
Con una recarga de 30 minutos
El metraje de video que captura ofrece literalmente el punto de vista de Spence, completo con un vistazo y parpadeo. En la actualidad, la batería de la prótesis puede funcionar durante unos 30 minutos a la vez antes de que deba recargarse.
“Para mí, ser un Eyeborg se trata de tomar una mala situación y mejorarla”, señaló Spence en una entrevista. “No tengo que simplemente encajar con una prótesis. Puedo celebrar mi cyborgness e individualidad”, agregó. “En otras palabras, ser tuerto puede ser genial”, dijo Spence.
Ojos falsos
Cada uno de los ojos falsos con cámara comprende una carcasa protésica de dos partes que se sella, junto con una placa de circuito, batería recargable, cámara de video y un transmisor inalámbrico.
La carcasa fue diseñada por el fabricante de prótesis oculares, Phil Bowen, de Toronto, mientras que los ingenieros Kosta Grammatis y Martin Ling desarrollaron la primera versión de la pequeña placa de circuito y el hardware de la cámara inalámbrica.
Las versiones posteriores se construyeron con la ayuda de transmisores de video inalámbricos y enlaces de RF del fabricante del receptor.
Spence tiene actualmente dos de las prótesis especiales que pueden iluminarse en rojo cuando se activan con un pequeño imán, una que parece realista y otra que se parece a los ojos de un Terminator. “Intercambio entre los dos porque un ojo protésico es tan intercambiable como un par de aretes”, dijo.
Los últimos modelos tienen mejoras significativas con respecto a las primeras versiones, que solo podían filmarse durante unos tres minutos antes de que la prótesis comenzara a sobrecalentarse y Spence tuviera que quitársela.
La meta: una versión en 3D
Spence busca constantemente refinar sus diseños de ojos y actualmente trabaja junto a un equipo de ingenieros para crear una versión impresa en 3D.
En un futuro cercano, Spence espera poder vender cámaras inalámbricas para ojos impresas en 3D y compartir su prótesis única con otras personas con un solo ojo.
“Estoy emocionado de asociarme con un joven oftalmólogo en Polonia, Marcin Jaworski, que tiene una startup basada en hacer prótesis de ojos con una impresora 3D”, apuntó Spence.
“La compañía proporcionará prótesis de ojos más exactas y accesibles para las personas tuertas del mundo: más baratas, más realistas y más rápidas de construir”, agregó.